EN LA ACADEMIA GENERAL MILITAR DE ZARAGOZA
Saltándose su propia norma (no escrita) de no eclipsar estilísticamente a sus hijas, la reina Letizia ha acaparado todos los flashes a su llegada a la Academia General Militar de Zaragoza. Y lo ha hecho con un look de estreno, ideal para el verano, y sus sandalias preferidas de esta temporada.
Tras casi un año en la Academia General Militar de Zaragoza, la princesa Leonor se ha despedido de esta etapa tan especial en su formación castrense como futura jefa de las Fuerzas Armadas. Y lo ha hecho recibiendo, de manos del rey Felipe VI, el despacho de dama alférez cadete Borbón Ortiz del Ejército de Tierra y la Gran Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco.
Un acto histórico en el que, como no podía ser de otra manera, la Princesa de Asturias ha estado arropada no solo por su padre, sino también por su madre, la reina Letizia, y su hermana, la infanta b. Ambas han presenciado emocionadas y orgullosas el momento en el que Leonor y don Felipe se fundían en un emotivo abrazo tras la imposición de dichos reconocimientos, poniendo el broche de oro con una imagen tan cómplice como especial en el adiós de la heredera al trono a la Academia de Zaragoza.
Pero el Rey no ha sido el único en demostrar el amor y lo orgulloso que está de este paso al frente de su hija mayor, sino que la Reina también ha aprovechado el momento para fundirse en un abrazo con la Princesa de Asturias. Una vez más, Letizia ha apostado por su naturalidad y su figura como madre y, olvidando por un momento su papel como Reina de España, ha querido arropar a su hija en este día tan importante. Y las imágenes quedarán para siempre en el recuerdo.
Orgullosa y sin perder detalle del gran día de su hija, Letizia ha dejado a un lado su norma no escrita de no eclipsar a sus hijas con sus estilismos y ha lucido un vestido sencillamente ideal. Dando una lección de elegancia, ha estrenado un alegre diseño de inspiración boho de la firma Maje Paris con un romántico estampado de flores y hojas en tonos verdes, rojos y azules sobre fondo blanco.
Favorecedor a más no poder, es un vestido ligeramente transparente de largo midi, con manga corta ligeramente abullonada, con escote en pico, detalle de nido de abeja en la cintura y pequeños volantes en la falda, rematada en una abertura frontal que por poco le juega una mala pasada por el viento que se ha levantado a su llegada al patio de armas de la Academia Militar de Zaragoza.
Todavía recuperándose de la fractura en el dedo central del pie derecho que se hizo en un accidente doméstico a principios de mayo, la Reina ha lucido unas sandaliasplanas con tiras tipo joya en el empeine que estrenó en su visita a la sede de Netflix el pasado 25 de junio. Aunque sin duda, el complemento más destacado de su elección han sido los pendientesdeestreno; unas piezas doradas compuesta por dos flores -la del lóbulo, más grande que la siguiente- con los que ha elevado su look hasta convertirlo sencillamente en sublime.