SE DESVINCULA POR COMPLETO
Irene Rosales ha querido compartir con sus seguidores el motivo por el que no piensa hablar absolutamente nada sobre la polémica familiar que se ha generado tras la boda de Anabel Pantoja.
Irene Rosales hizo sus maletas y regresó a Sevilla desde la isla de La Graciosa junto a sus hijas después de que su marido, Kiko Rivera, decidiera no asistir a la boda de su prima, Anabel Pantoja, tras ir a Cantora para reencontrarse con su madre, Isabel Pantoja, tras la muerte de su abuela, Doña Ana.
Una decisión que ha levantado ampollas en la familia Pantoja y que ha salpicado a Irene, quien se niega a hablar sobre el tema, tal y como ha informado con rotundidad a través de sus redes sociales, harta de que los reporteros estén constantemente preguntándole sobre el distanciamiento que se ha producido entre Kiko y Anabel.
Y es que el Dj considera que su prima le ha traicionado ya que ha sido siempre la que le ha alentado a que se mantenga lejos de su madre. Algo por lo que decidió romper la relación con Anabel y hasta dejarla de seguir en las redes sociales.
De esta forma, Irene lanzaba unas contundentes palabras con las que dejaba claro que no piensa abrir la boca para dar opinión alguna al respecto. Y aunque parece ser que sí que habría felicitado a Anabel por su recién estrenado matrimonio, lo que no piensa hacer es participar de todo lo que se ha montado tras lo sucedido después del enlace.
A través de su mensaje, en el que asegura que “no huyo de nada, y siempre he contestado a todo sin problema, pero desde un tiempo aquí al estar mar yo psicológicamente decidí tomar esa decisión”, deja claro que su salud mental está por encima de todo lo demás.
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