JET SET MARBELLÍ
Los Chorys fueron una pandilla que marcó la vida nocturna de la Marbella de los 70 y 80. Este grupo de amigos, compuesto por Luis Ortiz y otros tres nombres clave, disfrutaba del lujo y las fiestas, siendo imprescindibles para la jet set marbellí.
Si perteneces a la generación millennial, probablemente el nombre de "Los Chorys" no te suene de nada, pero en los años 70 y 80 fueron una pandilla de lo más popular entre la jet set de Marbella. Uno de sus fundadores, Luis Ortiz, ha fallecido esta semana dejando un vacío en el corazón de su exmujer, la aristócrata Gunilla von Bismarck, y de todos aquellos que le conocieron animando la fiesta en la Costa del Sol junto a su grupo de amigos.
Los Chorys no eran un grupo cualquiera, sino una cuadrilla de personajes icónicos que dominaron la vida social nocturna de Marbella. El grupo lo completaban otros tres amigos inseparables de Luis Ortiz: Antonio Arribas, especialista de cine conocido por sus romances con Carmina Ordóñez y Lolita, y por haber conquistado a la actriz Linda Christian, viuda de Tyron Power; Jorge Morán, hijo del actor Fernando Morán, conocido por su papel en Bienvenido, Mr. Marshall; y Yeyo Llagostera, quien heredó una fortuna de su padre, fundador de los laboratorios Liade S.A.
Yeyo Llagostera, con su herencia multimillonaria, fue el verdadero mecenas de Los Chorys. Según él mismo contó en una entrevista para El Mundo, llegó a gastarse unos 45 millones de euros en mantener el estilo de vida hedonista del grupo. Su fortuna no solo les permitió vivir a lo grande, sino también abrir su propio club playero, el Rodeo Beach, y más tarde, el restaurante PJ, que se convirtió en un punto de encuentro para las élites de Marbella.
Llagostera también era conocido por sus conquistas amorosas, entre ellas figuras de la talla de Taryn Power, Cristina Macaya y Sandra Gamazo, sobrina del príncipe Alfonso de Hohenlohe, fundador del Marbella Club. Sin embargo, la mujer que conquistó su corazón fue la relaciones públicas Karine Maeck.
La inauguración de Puerto Banús en 1970, un evento que atrajo la atención internacional con la presencia del príncipe Rainiero de Mónaco y Grace Kelly, fue el contexto perfecto para el nacimiento de Los Chorys. A partir de entonces, estos cuatro "mosqueteros" se convirtieron en el alma de la fiesta, recorriendo las discotecas y eventos más exclusivos de Marbella. Su carisma y ganas de pasarlo bien los convirtieron en leyendas de la noche, y no había convocatoria que no contara con su presencia.
Según Luis Ortiz, una de las mejores fiestas que organizaron fue la de American Graffiti en casa de Manolo González, que duró tres días y reunió a más de mil invitados. Los Chorys se definían como "playboys", pero sin maldad. Incluso Gunilla von Bismarck defendió que, aunque vivían la vida al límite, siempre lo hicieron con educación y respeto.
A medida que Marbella evolucionaba, también lo hicieron sus personajes, y la leyenda de Los Chorys fue desvaneciéndose poco a poco. Llagostera, que había sido el pilar económico del grupo, se arruinó y terminó pasando cuatro años en la prisión de Alhaurín. El paso del tiempo y los excesos de su vida de fiesta hicieron que el grupo se disolviera, pero su legado en la historia de la Costa del Sol permanece intacto.
A pesar de sus errores y extravagancias, Los Chorys siempre serán recordados como el alma de la fiesta en la época dorada de Marbella, un cuarteto que vivió sin remordimientos y dejó una huella imborrable en la historia de la jet set española.