AÑOS 80
Las imágenes recientes de Juan Carlos I junto a Bárbara Rey han reavivado las conversaciones sobre las relaciones del rey emérito. Aunque Bárbara Rey y Corinna Larsen han sido los nombres más sonados, antes de ellas, Marta Gayá mantuvo una relación mucho más discreta que ha perdurado durante más de 40 años.
El rey emérito Juan Carlos I ha vuelto a ser el centro de atención tras la publicación de unas fotos inéditas junto a Bárbara Rey, desatando una vez más las conversaciones sobre las relaciones extramaritales del monarca.
Aunque los nombres de Bárbara Rey y Corinna Larsen han sido recurrentes en los medios, antes de ellas existió una mujer que fue, y sigue siendo, mucho más discreta: Marta Gayá. Su relación con el rey, que comenzó en los años 80, ha perdurado de manera silenciosa y sin escándalos durante más de cuatro décadas, manteniendo una conexión especial con el emérito a lo largo del tiempo.
En los años 80, Marta Gayá era ya una figura conocida en la alta sociedad mallorquina y conoció al rey Juan Carlos a través de Zourab Tchokotua, un amigo mutuo. Sus primeros encuentros ocurrieron en Palma, donde Gayá y el padre del rey Felipe VI comenzaron a crear un fuerte vínculo. Durante los veranos de la familia real en Marivent, la relación entre ambos era un secreto a voces, aunque no fue hasta 1992 que la prensa comenzaría a escribir sobre ella.
Gayá, nacida en Mallorca, mantenía un perfil bajo y nunca buscó ser el centro de atención, algo que la distinguió de otras personas cercanas al rey. Su discreción fue clave para mantener la estabilidad de su relación con el monarca, que la visitaba allí donde estuviese, fuera su lujoso ático en Madrid o en Suiza, donde ella reside actualmente.
Aunque Marta Gayá fue durante años la "amiga entrañable" del rey, su nombre no fue mencionado en los medios hasta la publicación de un artículo en la revista Época titulado La dama del rumor. Este artículo, que apareció tras varios años de rumores, rompió el silencio en torno a la relación del rey con Gayá. No obstante, a diferencia de Corinna Larsen, quien protagonizó diversos titulares por sus vínculos con el monarca, Gayá optó por mantenerse alejada del foco mediático.
Uno de los momentos más tensos en la relación entre el rey Juan Carlos y la reina Sofía ocurrió en una cena en el Club Náutico de Palma, cuando Marta Gayá llegó acompañada de sus padres, y el rey se levantó y les saludó con un cariñoso "mis suegros". Un comentario que, como podemos imaginar, no sonó demasiado bien a los oídos de la reina.
Aunque la relación amorosa entre Marta Gayá y Juan Carlos I se enfrió con la llegada de Corinna Larsen, la amistad entre ambos ha perdurado a lo largo de los años. Se dice que Gayá es una de las personas más cercanas al rey en su retiro en Abu Dabi, a donde ha viajado en diversas ocasiones para visitarlo.
Según recoge Lecturas, el periodista balear Esteban Mercer afirma que Gayá es una mujer que cuida de su apariencia, mantiene una alimentación sana, no bebe alcohol y hace deporte a diario. A sus 76 años, Gayá disfruta de una vida sencilla, pero sofisticada en Suiza, donde lleva un horario fijo y se va a dormir a medianoche.
Sus pasiones son la navegación y el arte, es conocida por ser una excelente anfitriona y tiene muy buen gusto por la moda; siempre se ha mantenido fiel a su estilo elegante y discreto.
Le gusta pasar el día en bañador y por la noche adornarse con complementos vistosos que contrastan con su maquillaje muy natural.
En verano, se la puede ver disfrutando del mar en su Mallorca natal.