EN SU CASA DE BARCELONA
Este lunes el juicio de Shakira por fraude fiscal daba un giro inesperado. La cantante finalmente decidía pactar con la Fiscalía. Tras sus imágenes saliendo del juzgado, no se ha vuelto a ver a la cantante que ha decidido reclutarse en su antigua casa de Barcelona. Incluso ha salido de su domicilio oculta en un coche con los cristales tintados para así evitar que los paparazzis captasen alguna imagen de ella.
Tras su pacto con la Fiscalía, Shakira ha cerrado sus cuentas pendientes con España. A pesar de que ha defendido su inocencia hasta el final y sus abogados estaban convencidos de que obtendrían la victoria en el juicio contra Hacienda, la artista ha priorizado su felicidad y la de sus hijos; ha llegado a un acuerdo de conformidad, ha admitido su culpabilidad, en los 6 delitos de fraude fiscal entre 2012 y 2014 de los que la acusaba Hacienda, y ha pagado 7,3 millones de euros de multa para pasar página y centrarse en su carrera musical y en Milan y Sasha, que parece que han tenido una influencia decisiva en esta decisión.
A pesar de que se especulaba con que la cantante de Monotonía abandonaría España horas después de su (breve) paso por los juzgados, lo cierto es que todavía continúa en Barcelona. Quizás tenga que ver que haya decidido alargar su estancia en nuestro país el hecho de que sus niños estén pasando unos días con Gerard Piqué, y sería este fin de semana cuando los tres regresasen juntos a Miami.
Sin embargo, a pesar de su decisión de quedarse en nuestro país, Shakira está manteniendo un perfil bajo. Este martes era de nuevo su hermano Tonino el que cumplía con las gestiones pendientes de la artista, entrando y saliendo en varias ocasiones de su casa.
Una mansión que todavía no han logrado vender y en la que también hemos visto a un equipo de grabación, que ya acompañó a la colombiana a los juzgados y que estaría grabando el fin de su etapa en España para un documental sobre su vida del que por el momento se desconocen los detalles. Minutos antes de la llegada de los cámaras era la estilista de Shakira la que abandonaba su residencia cargando con dos grandes maletas.
Y a última hora de la tarde, cuando se había perdido toda esperanza de verla, la cantante abandonaba su casa en la parte trasera de un vehículo con los cristales tintados conducido por su hermano Tonino, intentando pasar desapercibida sin mucho éxito. Su destino, lo desconocemos, puesto que logró su propósito de despistar a la prensa que, apostada a las puertas de su domicilio, intenta conseguir sus primeras palabras tras su pacto con la Fiscalía.