SUPERAR LA PÉRDIDA
Hace ya dos meses que Paz Padilla perdió a su marido y ha querido contar con detalle cómo fueron los últimos días de vida de su marido.
El pasado 19 de julio la presentadora y actriz Paz Padilla tuvo que despedirse del amor de su vida, su marido Antonio Vidal, muy poco tiempo después de también haber tenido que decir adiós a su madre. Ha sido un año muy difícil para Paz. Sin embargo, no deja de lado sus ganas de vivir y contagiar su deseo de llevar una vida de amor y felicidad.
Por este motivo, en el programa presentado por Jorge Javier Vázquez quiso dar una auténtica lección de fortalece lanzando un aplaudido mensaje sanador y lleno de amor.
La muerte de un ser querido no se supera de un día para otro. Por este motivo, Paz no niega seguir viviendo un profundo duelo, del que ya dice sentirse en otra fase. Se ha dado tiempo para aceptar la pérdida de su "alma gemela" y asimilar, poco a poco, que ya no está en su vida de forma presente. "No se ha muerto mi marido, se ha muerto mi alga gemela, el amor de mi vida. Es lo único que le he podido dar. Amor del bueno. Le decía te quiero y gracias, 24 horas al día", decía.
El amor que sentía Padilla por su marido ha conmovido a todos. Durante los seis días que duró el proceso de transición de su marido, es decir, desde que supieron que iba a morir hasta que, finalmente, se marchó, la presentadora no se apartó de su lado ni un segundo. "Quise que tuviera una muerte bonita, una despedida preciosa", contaba con emoción.
Paz ha tenido que afrontar en muy poco tiempo dos muertes, la de su marido y la de su madre, y dice que gracias a eso también ha comprendido la importancia de poder conceder a tus seres queridos una muerte digna y en paz. Por ello, siempre se mostró positiva y alegre ante Antonio y nunca dejó que la tristeza la inundara y él pudiera ver cómo se derrumbaba.
"Paz, con este ojo ya no veo", le decía Vidal desde la cama para que se moviera y pudiera verla mientras charlaban. La actriz, como contaba en la entrevista, intentaba hacerle reír. "¿Para qué quieres verme con lo fea que soy?", le decía. Pero cuando podía lloraba lejos de él, para que Antonio no sufriera por ella.
"Esos días los pasamos en Bora Bora"
Durante los últimos días de su marido, Paz veló siempre por su felicidad y le mostraba siempre que podía su "amor del bueno". Además, fue ella la que se encargó de cuidarlo desde casa. "Yo a mi marido en sus últimos días le ponía la morfina. Quería que muriera en casa y no en el hospital", contaba.
"En sus últimos seis días llené la habitación de flores, de música, de olor a lavanda y le di las gracias. Y esos días los pasamos en Bora Bora, y fue muy bonito", declaró Padilla emocionada y, a la vez, con mucha entereza.
Y, cuando finalmente él se fue, ella recuerda el momento entre lágrimas pero lleno de cariño: "Me metí en la cama con él, le toqué el pecho y le dije: "Ya, mi amor, recuerda: cuando me toque ven por mí". Y poco a poco, se fue yendo. Poco a poco mi gordo se fue. Mi Antonio se murió en mis brazos".
Poco a poco el resto de sus amigos y seres queridos se fueron despidiendo y, finalmente, brindaron por Antonio, por su vida y por todo el amor que había dejado atrás.
...
Seguro que te interesa...
Lo que ayuda a Paz Padilla a recuperarse de su año más difícil