ESTUVIERON 26 AÑOS JUNTOS
Nacho Palau llegaba este lunes por la mañana al tribunal donde tendrá lugar el juicio en el que se resolverá el futuro de los cuatro hijos que él y Miguel Bosé criaron juntos tras 26 años de relación. Una batalla legal que se presenta larga si la expareja no llega a ningún acuerdo, y que podría extenderse en el tiempo cinco años.
Nacho Palau llegaba este lunes a los tribunales de Pozuelo de Alarcón por el juicio que tiene pendiente con Miguel Bosé en el que se decidirá el futuro de sus hijos. Una batalla legal que podría extenderse durante años, ya que parece que el cantante no está dispuesto a dar su brazo a torcer ante las peticiones de su expareja.
Y es que después de que se separaran hace dos años tras veintiséis de relación, Bosé se quedó residiendo en México junto a sus dos hijos biológicos, mientras que Palau regresaba a su pueblo, Chelva (Valencia), con los dos suyos, lo que supone que los pequeños vivan en la distancia.
Y no sólo eso, sino que el que fuera novio del artista reclama que, además de que los niños vivan juntos, tengan idéntico nivel de vida, ya que en la actualidad él trabaja en una empresa de embutidos tras dejar la residencia en la que ejercía de cocinero.
Unas horas antes de su llegada al juicio, Nacho compartía una tierna imagen de los cuatro hermanos juntos y abrazados, mientas escribía: "Hermanos para siempre", sin duda alguna, una clara indirecta a Bosé, quien no ha sido visto por el juzgado.
Según el abogado de Palau, este no está pidiendo ninguna compensación económica al cantante, solo que los cuatro niños sigan manteniendo una relación filial, que tengan los mismos derechos y que tanto él como Nacho sean legalmente los padres de todos ellos, con las obligaciones que esto conlleva.
De hecho, la familia Bosé sigue manteniendo contacto tanto con Nacho como con los niños y se han visto en alguna ocasión a lo largo de estos dos últimos años pese a la separación de la pareja.
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