EN EL ROLAND GARROS
Poco a poco, Rafa Nadal se está despidiendo de las pistas que tantos trofeos y buenos momentos le han regalado durante su carrera profesional. Después de un adiós en el Mutua Madrid Open, el de Manacor se ha despedido del Roland Garros, aunque con la esperanza de que no sea su última vez. Y las lágrimas de Mery Perelló han captado toda la atención.
Día muy emotivo en la tierra abatida. Después de poco más de tres horas de partido, Rafa Nadal se ha despedido del Roland Garros tras la victoria del alemán Alexander Zverev. "Es difícil para mí hablar. No sé si va a ser la última vez que estoy aquí, pero si es la última vez ha sido increíble y lo he disfrutado", ha pronunciado el de Manacor como despedida.
La emoción y las lágrimas se han apoderado de la grada y, sobre todo, de Mery Perelló. La mujer del tenista se ha convertido en su talismán, en su máximo apoyo incluso cuando las cosas en la pista no van como se esperaba. Y en esta despedida del Roland Garros, ha estado a su lado -como siempre-.
De momento, todas las miradas están puestas en los Juegos Olímpicos, pero solo el tenista sabe si esta será la última vez que pise esa cancha. Un momento cargado de emoción en el que ha contado, como en cada paso de su carrera profesional, con el apoyo de su hermana Maribel, su madre, su padre, sus tíos, su suegra y dos de sus pilares: su mujer y su hijo.
Sea o no un último adiós, los ojos vidriosos de Mery -con su hijo en brazos como fan número uno de su padre- han acaparado toda la atención, de la misma forma que ocurrió en el Mutua Madrid Open. "Los sentimientos que he tenido hoy son difíciles de describir (…) Tal vez en dos meses diga que es suficiente, pero es algo que aún no siento", ha sentenciado el tenista.