PUNTO Y APARTE
Pasando página y alejada por completo del foco mediático, María del Monte ha reaparecido en Málaga para celebrar la Semana Santa acompañada de su pilar fundamental: Inmaculada Casal. Una aparición pública que llega tras la declaración ante el juez de Antonio Tejado.
Desde la detención y posterior entrada en prisión de su sobrino, Antonio Tejado, el pasado 9 de febrero, María del Monte ha estado completamente desaparecida de la esfera pública. Pero, poco a poco, la artista va retomando la normalidad. Y el escenario elegido para su esperada reaparición pública ha sido Málaga, en el marco de la Semana Santa.
Después de que se especulase con que estaría completamente abatida por la traición de su sobrino, y que su entorno estaría preocupado por su salud y su estado anímico, la cantante ha reaparecido después de que se haya hecho pública su decepción con el ex de Rosario Mohedano por señalarla ante el juez. Y es que, en su declaración en el Juzgado del pasado 15 de marzo, Tejado no dudó en defender su inocencia de las acusaciones y, apuntando a su tía al asegurar que le gustaba mucho "alardear" y "presumir" de las joyas y relojes que tenía.
Una acusación que, al parecer, habría decepcionado profundamente a María del Monte que, enfadada y dolida, habría decidido romper fulminantemente con su sobrino y habría dejado claro que no quiere saber absolutamente nada de él. Y, mientras Antonio espera que el juez se pronuncie sobre la libertad provisional que su abogado solicitó la semana pasada, la tonadillera ha decidido pasar página y disfrutar de la esta semana de fervor junto a Inmaculada Casal.
María y su mujer han reaparecido en la Hermandad del Cautivo de la ciudad andaluza, donde con una gran sonrisa han recibido la medalla del Cristo y sendos ramos de flores ante el trono que han observado emocionadas. Con muy buen aspecto a pesar de las preocupantes informaciones que se han dado sobre ella tras la entrada en prisión de su sobrino, la folclórica ha esquivado las preguntas sobre Antonio y ha evitado pronunciarse sobre su declaración ante el juez, ni confesar si continúa creyendo en la presunción de inocencia. Aunque su gesto ha cambiado al escuchar el nombre de su sobrino, una reacción con la que ha dejado claro que no piensa decir nada sobre este tema.