EL CUERPO NO OLVIDA
La actriz María Castro de 40 años ha vuelto a dejar a sus seguidores sin habla y es que aunque el tiempo ha pasado, parece que el cuerpo no olvida lo que un día fue el pan de cada día.
No hay duda de que María Castro demuestra siempre que puede que su implicación con las pequeñas Maia y Olivia no conoce límites.
Así la hemos visto todo el verano dando consejos muy útiles, hablando sobre la maternidad y también "conciliando", pues la clave es encontrar el equilibrio perfecto entre el hogar y el trabajo (y entre el placer y el deber).
Cuando ya pensábamos que lo habíamos visto todo, la actriz de 40 años nos ha vuelto a sorprender, pero esta vez lo ha hecho dándolo todo sobre el tapiz.
Y es que para quien no lo sepa, María Castro tiene un pasado como gimnasta y durante 12 años la gimnasia rítmica fue su gran compañera.
Ahora, en medio de una presentación para captar niñas para el equipo de la zona, María Castro se ha convertido en la figura referente de todas ellas y ha pasado al tapiz a divertirse siendo una más.
Sin duda, ha sido "una mañana diferente", pero le ha servido para darse cuenta de que es "más fuerte" de lo que cree, pues aunque ahora tenga "agujetas" y le duelan "hasta las pestañas", la experiencia ha merecido la pena.
María Castro lo da todo como gimnasta a sus 40 años
Durante la tarde de este sábado ha compartido un vídeo de lo más divertido, pues sus seguidores han visto a una María que ella misma echaba de menos.
"Recordar lo que fui, junto a lo que mis hijas puede que quieran ser" le ha llenado de "orgullo", "emoción" y también de muchas "agujetas".
Y es que para la actriz ha sido una experiencia fascinante, pues ha recordado aquellos años en los que era una con el tapiz y su cuerpo sigue respondiendo a aquellas horas y horas de entrenamiento.
Si hay algo que también le ha enternecido ha sido la presencia desde la grada de su otra mitad, José Manuel Villalba.
"Justo desde donde mis padres pasaron horas y horas animándome a mí y dándome la confianza necesaria para seguir adelante, aun cuando creía que no había camino", escribía.
En cuanto a las peques, dice que Olivia ha acabado "agotada y en pañal" y que Maia tiene "un chichón", pero "lo más importante es que ambas quieren repetir".
Eso sí, lo que ha llamado la atención de todos es que María sigue siendo flexible y su cuerpo recuerda todos los movimientos que un día fueron su pan de cada día.
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