UN DURO Y ÚLTIMO ADIÓS

El Maestro Joao, entre lágrimas, se despide de su madre: "Se fue una Benita, pero queda otra, que soy yo"

En pleno proceso de convertirse en mujer, una de las decisiones más importantes de su vida, el Maestro Joao ha tenido que hacer frente a la triste pérdida de su madre Benita. Y, entre lágrimas y con mucho dolor, le ha dado el último adiós prometiendo cumplir todo lo que se propuso y, por supuesto, llevar su nombre por bandera.

Durísimos momentos para el Maestro Joao, que este domingo perdía a su madre, Benita, de 94 años. Un duro revés que llegaba semanas después de anunciar públicamente su decisión de iniciar su transición a mujer y ponerse el nombre de Benita como homenaje a su progenitora, su gran pilar y la persona más importante de su vida.

"Adiós mamá. Te fuiste tranquila, discreta, en paz, como viviste toda tu vida. El último video que me mandaste decías: Vuelve pronto, por favor. Lo he escuchado mil veces, pero no sabía que serían las últimas palabras que te escucharía decir", comenzaba el emotivo mensaje con el que el vidente se despedía de su progenitora en redes sociales.

Destrozado por esta gran pérdida, pero dando muestras de entereza y con las cosas muy claras, el Maestro Joao ha atendido a las cámaras de Europa Press a las puertas del tanatorio y ha dedicado unas preciosas palabras a su madre, cuyo legado está dispuesto a continuar con una sonrisa.

"Estoy no sé cómo... agradezco el pésame, agradezco a mucha gente que ha dado mucho cariño y no lo sé, tienes que vivir sin una pieza tan importante de tu vida que es muy difícil", ha reconocido. Y es que, Benita no solo era la persona más importante de su vida, sino también la única que entendía cada una de sus decisiones: "Ayer dije que mi madre se ha llevado mi alma, pero esta mañana me di cuenta de que no, que me he quedado yo con la suya".

El Maestro Joao se emociona en el tanatorio de su madre | Europa Press

Una pérdida que atraviesa con pena, pero con un solo objetivo: cumplir todas las cosas que prometió hacer. "A ella le gustaba verme hacer las cosas y era feliz y todo lo que hacía le parecía bien", ha confesado. Y, entre esas cosas, su decisión de iniciar la transición a mujer: "Eso me lo quedo. Se ha llevado el saber que iba a llevar su nombre. Se fue una Benita pero queda otra, que soy yo, y le voy a seguir todo lo de ella porque era una mujer muy luchadora, una mujer que defendía mucho a las mujeres ya desde su juventud". Orgulloso, ha desvelado que su madre fue una "adelantada a su tiempo" que siempre apoyó todas y cada una de sus decisiones. Y es lo más grande que le ha dejado.

"Se ha muerto con 94 años. Ya era mayor. Pero cuidada, muy cuidada. Y yo digo que hay que cuidar a la gente mayor, que no nos olvidemos de la gente mayor. Que no dejemos como trastos ahí, que los cuidemos. Porque yo me siento muy feliz de haber estado con mi madre hasta el último minuto, como una reina y como se merecen todas las personas mayores", ha concluido, muy emocionado, pero a la vez feliz por haber estado con su madre hasta el último suspiro.