NOVIO A LA FUGA
La no boda de Juan Ortega y Carmen Otte ha sido el tema por excelencia de la semana. Quién les iba a decir a los 500 invitados al enlace que tan solo media hora antes de que los novios pasasen por el altar, una llamada lo iba a cambiar todo. Sin embargo, era algo que la novia ya sabía porque el torero ya se lo había expresado en más de una ocasión.
Después de un año preparando el que iba a ser el día más feliz de su vida, el torero Juan Ortega decía cancelar su futuro junto a Carmen Otte media hora antes de pronunciar el sí, quiero. Un giro inesperado que ahora se ha podido conocer que venía avisando tiempo atrás.
En esta semana, se ha conocido que el diestro tenía dudas de jurarse amor eterno con su novia con la que llevaba 10 años y que llamó al cura que iba a oficiar el enlace para contarle lo sucedido. Mientras el torero y Carmen guardan silencio, una íntima amiga de la pareja -o expareja ya- ha roto su silencio.
Lo ha hecho para las páginas de Vanitatis y, aunque no ha querido desvelar su identidad, ha dado más detalles de este plantón en el altar que tanto ha dado de qué hablar y que podría aclarar todas las dudas. Según esta fuente, Juan ya había avisado de que no quería casarse meses atrás y, cuando volvió de un viaje a Ecuador, lo manifestó de nuevo.
Sin embargo, toda la familia, incluida la novia, lo achacaban a los nervios previos de la boda. Pero finalmente ha quedado constancia de que el torero nunca quiso contraer matrimonio. Su círculo más cercano ha comunicado que nunca estuvo implicado en los preparativos porque nunca estuvo convencido de unirse "hasta que la muerte los separe" con Carmen.
Y, aunque la decisión la tomó el mismo día de la boda por la mañana, Juan Ortega ya le dijo dos días antes: "Vamos a parar esto, que aún estamos a tiempo". Todos hicieron oídos sordos y el torero terminó siendo la Novia a la fuga más mediática de los últimos tiempos.