ARROPADO POR MUCHOS AMIGOS
Joaquín Torres ha querido rendir un bonito homenaje a su madre celebrando en Madrid una misa funeral por su madre, Joaquina Verez, que fallecía a primeros de mes. El famoso arquitecto, que andaba ayudado por unas muletas, se ha mostrado roto de dolor.
Día especialmente complicado para Joaquín Torres, que este lunes ha dado su último adiós a uno de los grandes pilares de su vida, su madre. La Catedral de las Fuerzas Armadas de Madrid ha acogido la misa funeral de Joaquina Verez y han sido numerosos los amigos que han querido arropar al arquitecto en este durísimo trance.
Una ceremonia a la que finalmente no asistió su hermano menor Julio, que como ha revelado recientemente Joaquín traicionó a sus padres y, tras hacerse con la titularidad de todas sus propiedades, habría dilapidado su fortuna dejando a los ancianos sin medios siquiera para hacer frente a sus necesidades, con las que ha corrido el marido de Raúl Prieto en los últimos años.
Destrozado y caminando con la ayuda de unas muletas porque continúa arrastrando problemas en la cadera tras el accidente de moto que sufrió a final de año, el arquitecto se ha sincerado sobre el doloroso momento que está viviendo.
"Estoy muy triste, muy vacío, con mucho dolor, pero mi madre ya no aguantaba más, el dolor físico y su cuerpo ya no aguantaba más. Ella además decidió poner fin, pero me quedo huérfano de un amor que nunca voy a volver a tener. Mi madre era extraordinaria, un pilar, la mujer de mi vida, y hoy es el homenaje que creo que se merecía" ha confesado a su llegada a la iglesia arropado en todo momento por Raúl.
Consciente de que su crisis matrimonial ha dado mucho que hablar en los últimos días, y más después de que dejase de seguir en redes sociales a su marido, Joaquín se ha sincerado y ha asegurado que "soy yo el que estoy insoportable y con quién lo pagas, con el que más quieres. Yo lo único que quiero es a Raúl. No se merece que yo le dé una mala contestación".
"La vida es así, mi madre tenía 87 años y es ley de vida, yo tengo un hueso roto no un cáncer, sé que esto tiene un final feliz, pero lo peor de todo es el sufrimiento con mi hermano. Esos tres años que he visto sufrir a mi madre lo indecible, pero creo que ahora va a ser mucho más fácil, ya no tengo que proteger a mi madre, ya no tengo que ocultarle que le ha robado, que le ha quitado tal joya o que le ha quitado algo, ya no, me da igual, ahora son los abogados, yo me puedo poner en un segundo plano y que trabajen, que recaiga todo el peso de la ley. Yo no quiero vivir con odio" ha advertido a su hermano Julio, asegurando que para él "está muerto. Ya murió hace muchos años".
"La vida sigue, además hay que seguir. Me dijo una persona, uno no sabe lo fuerte que es hasta que ser fuerte es el único camino, a mí solo me queda esto, tengo dos hijos, una vida. Me quedo muy vacío pero seguro que el tiempo me ayuda, lo peor es el dolor físico, el día 1 me opero" ha revelado, convencido de que a partir de ahora las cosas ya solo pueden mejorar.