EN LA MADRID FASHION WEEK
Joana Sanz ha dejado apartada por unos días la que ha sido la peor etapa de su vida para desfilar en la Madrid Fashion Week bajo la firma de Lola Casademunt. La modelo ha asegurado estar "muy feliz" a pesar de un pequeño rifirrafe con la prensa y mientras Dani Alves sigue en prisión.
Que Joana Sanz está viviendo una de sus etapas más complicadas es innegable. La modelo publicaba su bajo estado anímico la semana pasada mientras recordaba a su madre fallecida a la par que confesaba "sentirse sola".
Además de ello, la detención de su marido, Dani Alves, no hace sino empeorar las cosas, cuyo devenir judicial cada vez pinta peor, aunque Joana no le haya abandonado.
Tras estos duros golpes, recientementeperdió a su perro, Coco, un bulldog francés de casi 12 años que acompañaba a Joana diariamente, y le hacía los días más llevaderos.
No obstante, la modelo ha querido buscar un consuelo en la vuelta a su trabajo, desfilando por las pasarelas de la Mercedes-Benz Fashion Week de Madrid bajo la firma Lola Casademunt, con la que colabora desde 2017.
Así, Maite Casademunt, quien preside y dirige la marca de moda, le ha brindado un apoyo que la modelo ha recogido de buen gusto, para recobrar, aunque sea por unos días, la normalidad.
"Estoy feliz, estoy pletórica, como podéis ver", aseguró la modelo de 29 años a los medios, para después tener un roce con la prensa tras ser preguntada por su familia: "¿Y ustedes con la vuestra, todo bien?", cuestionó. "Entiendo que estéis haciendo vuestro trabajo pero, jolín, yo también estoy haciendo el mío", subrayó.