MUY SONRIENTE

La infanta Elena, relajada y despreocupada tras la filtración de los audios de su padre, el rey Juan Carlos, y Bárbara Rey

Después de filtrarse los audios entre el rey Juan Carlos y Bárbara Rey sobre la relación que mantuvieron hace más de 30 años. La infanta Elena ha demostrado que está al lado de su padre y de su madre, la reina Sofía. Además, ella mantiene una actitud totalmente despreocupada como ha demostrado en la plaza viendo torear a Enrique Ponce.

Ajena al escándalo en el que se ha visto inmerso el rey Juan Carlos tras la filtración de sus audios privados con Bárbara Rey, y dejando claro que en nada le ha afectado las revelaciones que su padre hizo a la vedette sobre la realidad de su matrimonio con la reina Sofía, la infanta Elena no se ha querido perder la retirada definitiva de los ruedos de Enrique Ponce.

Aparcando sus compromisos profesionales tras protagonizar unas cariñosas escenas junto a su madre en la entrega de los Premios de la Fundación Mapfre este martes en la capital, demostrándole así su apoyo incondicional en este delicado trance, la hermana de Felipe VI ha viajado hasta Valencia para arropar al diestro de Chiva en su última corrida.

Enrique Ponce se retira de los ruedos | Gtres

Acompañada por su íntima amiga Rita Allendesalazar, condesa de la Ventosa, doña Elena se ha dejado ver en el tendido relajada y despreocupada, sorprendiendo las sonrisas y bromas que compartió durante toda la jornada con las personas que tenía alrededor, con las que no dejó de intercambiar confidencias sin perder detalle de la faena de Ponce.

Inseparable de su borsalino, sin duda, el sombrero es el complemento estrella de todos los looks de la hija de los Eméritos, la infanta derrochó elegancia con un traje de chaqueta en color verde botella, que combinó con top con un delicado estampado floral y un broche en la solapa.

El look de la infanta Elena | Europa Press

Simpática y divertida, la madre de Victoria Federica rio a carcajadas en varios momentos de la tarde, y demostró su espontaneidad utilizando su almohadilla para pedir la oreja para el torero al no tener un pañuelo blanco. Una aparición con la que ha dejado claro que la salida a la luz de las conversaciones privadas de don Juan Carlos y Bárbara Rey no han conseguido que pierda la sonrisa.