MOMENTOS DIFÍCILES
Otro contratiempo en el embarazo de Gisela, que ha tenido que volver a ser ingresada de urgencias por un problema en el riñón. El mismo motivo por el que el pasado mes de diciembre hizo saltar todas las alarmas tras su visita al hospital. Parece que está siendo más complicado de lo que se imaginaba, pero no pierde la sonrisa a escasas semanas de dar a luz.
No está siendo un embarazo fácil para Gisela, que ha tenido que volver a ingresar en el hospital en plena cuenta atrás para convertirse en madre por primera vez. La cantante ya visitó urgencias hace apenas un mes por un cólico nefrítico, y ahora -embarazada de 8 meses- ha vuelto a ingresar por un problema en el riñón.
Ha sido ella la que ha querido dar la noticia en sus redes sociales, con una foto de su barriguita y un texto tranquilizador: "El bebé está bien y sigue dentro de la barrigota. Es mi riñón el que me ha llevado a volver a ingresar, pero de momento todo controlado. Estoy en las mejores manos".
La extriunfita no ha dejado pasar la oportunidad de dar las gracias a su urólogo, a su ginecóloga y al resto de profesionales que le han ayudado en esta nueva hospitalización: "Son de esas personas empáticas tan necesarias y tan importantes en momentos delicados de la vida". Un susto del que ya se recupera y que ha vuelto a hacer saltar todas las alarmas entre sus seguidores, que han seguido atentos cada paso de este embarazo y con muchas ganas de poder conocer -virtualmente- al pequeño Indiana, nombre que han escogido sus padres y que está cargado de significado.
"En nada a casa, a esperar a mi peque cuidándome mucho para que el horno no deje de funcionar", se ha despedido así, dejando entrever que en los próximos días regresará a su domicilio para descansar y afrontar con la mejor de las energías esta recta final de un embarazo que no está siendo nada fácil para Gisela.
Y es que, tras años de lucha y varios intentos fallidos, la extriunfita cumplía su sueño de quedarse embarazada y formar una familia a los 44 años tras someterse a una fecundación in vitro. Mes y medio después de conseguirlo, sufrió un desprendimiento del saco gestacional que le hizo estar postrada en una cama durante dos meses.
Pero no ha sido el único bache al que ha tenido que hacer frente, pues el pasado mes de diciembre tuvo que ser ingresada de urgencia por un cólico nefrítico que sigue arrastrando a día de hoy. Pues, como ella misma explicó, no puede ser intervenida mientras dure el proceso de embarazo. Lo importante es que tanto ella como su bebé están bien y que quedan pocas semanas para tenerle por fin en brazos.