DEPORTES DE INVIERNO
Hay celebridades que han perdido la vida en la nieve, el último, el actor que dio vida a la versión joven de Hannibal Lecter.
El actor francés Gaspard Ulliel, conocido por interpretar a Hannibal Lecter de joven en 'Hannibal, el origen del mal', ha muerto este miércoles 19 de enero después de haber sufrido un accidente de esquí en la estación La Rosière, en los Alpes Franceses. El intérprete, ganador de dos premios César, chocó contra otro esquiador y sufrió un fuerte traumatismo craneal del que no se ha podido recuperar. Tenía 37 años.
El caso de Ulliel nos recuerda la importancia de practicar este deporte de invierno con mucha precaución. Todos nos tenemos presente el fatídico accidente del siete veces campeón del mundo de Fórmula 1 Michael Schumacher, quien, ocho años después, sigue en un delicado estado de salud.
Accidentes como estos ocurren más a menudo de lo que nos pensamos. De hecho, hace pocos días el Periódico de Aragón explicaba que en la estación de esquí de Astún ya han perdido la vida tres personas en lo que llevamos de año.
Pero los casos de famosos siempre tienen más visibilidad y mayor impacto en la sociedad. A continuación hacemos un repaso de los terribles accidentes que han sufrido algunos rostros conocidos en la nieve:
Michael Schumacher
El piloto alemán estaba esquiando con su hijo Mick en la estación de Méribel, en los Aples franceses, cuando ocurrió el accidente que cambió su vida y la de su familia. Schumacher decidió descender fuera pistas y tuvo la mala suerte de caer y golpearse la cabeza contra una roca que estaba cubierta de nieve.
El ex de Ferrari fue trasladado al hospital en helicóptero y allí le diagnosticaron lesiones cerebrales serias. Estaba en estado crítico. La noticia trascendió rápidamente y el mundo del deporte quedó impactado. Era finales de diciembre del año 2013.
Pasó por dos operaciones y estuvo meses en coma inducido. Ocho años después, poco se sabe del estado real del expiloto.
Carlos de Inglaterra
En marzo 1988, el príncipe Carlos de Inglaterra, el hijo mayor de Isabel II, viajó con unos amigos a Klosters (Suiza) para disfrutar de unas vacaciones en la nieve. El grupo tuvo la mala suerte de ser sorprendido por una avalancha mientras esquiaba. El heredero salió ileso del accidente, pero su amigo y exescudero de su madre, Hugh Lindsay, murió y otra integrante del grupo, Patricia Palmer-Tomkinson, sufrió graves lesiones.
Según los expertos, este accidente fue el que acabó de romper la relación entre Carlos y Lady Di. Ya que el príncipe volvió a Klosters en más ocasiones, pero su esposa nunca lo hizo, en solidaridad con la viuda de Lindsay, Sarah Horsely.
Natasha Richardson
La actriz británica, ganadora de un premio Tony, murió en marzo de 2009, a los 45 años, por un traumatismo craneoencefálico y hematoma epidural daños que sufrió al resbalarse en una clase de esquí para principiantes en la estación de Mont Tremblant, cerca de Quebec. No llevaba casco.
La intérprete estaba consciente tras el accidente y pudo contárselo por teléfono a su marido, el actor Liam Neeson, pero una hora más tarde perdió el conocimiento y fue trasladada al hospital donde murió.
Sonny Bono
El exmarido Cher e integrante de del duo Sonny & Cher murió el año 1998 en la estación de esquí de South Lake Tahoe, en California, al estrellarse contra un árbol a gran velocidad. El cantante de origen italiano tenía 62 años.
Tras su muerte, Cher demandó a su viuda por quedarse con los ingresos de los derechos de autor del dúo que formaban.
Michael Kennedy
En un accidente parecido murió el sobrino del expresidente de los Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy. El abogado se golpeó la cabeza contra un árbol mientras jugaba a futbol americano con los esquís puestos, sin llevar casco. Ocurrió en Aspen, Colorado, el 31 de diciembre de 1997. Tenía 39 años.
Este es uno de los muchos casos de la llamada “Maldición Kennedy”, que se refiere a toda la serie de tragedias que han pasado en la familia.
Alfonso de Borbón
En España, encontramos el caso de Alfonso de Borbón, nieto del rey Alfonso XIII, que en enero de 1989, con 52 años, murió de una manera trágica. El duque de Cádiz viajó a la estación de esquí Beaver Creek, en Colorado (Estados Unidos) para disfrutar de unos días de esquí, coincidiendo con los Campeonatos del Mundo de este deporte.
Allí tuvo la mala suerte de no ver un cable que estaba demasiado bajo y le degolló mientras descendía.
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