DINASTÍA GRIMALDI
Estefanía de Mónaco celebra este jueves, 1 de febrero, su 59 cumpleaños. Repasamos su vida llena de escándalos mediáticos. Desde la trágica muerte de su madre, la reconocida actriz Grace Kelly, pasando por el nacimiento de 3 hijos ilegítimos, hasta su época de vida nómada circense.
Este jueves, la princesa Estefanía de Mónaco celebra su 59 cumpleaños, y aunque la nobleza está acostumbrada a vivir bajo la lupa pública, la vida de esta "princesa rebelde" ha estado marcada por polémicas que han capturado la atención de todos. Desde la trágica muerte de su madre hasta el nacimiento de hijos ilegítimos, la historia de Estefanía podría tener su propia serie de más de una temporada. "He vivido varias vidas en una sola", declaró en una entrevista para la cadena France 5. Y razón no le falta.
Estefanía nació el 1 de febrero de 1965 en el Palacio del Príncipe de Mónaco. Fue la tercera, y última, hija del príncipe Raniero III de Mónaco y la archiconocida actriz estadounidense Grace Kelly.
En su nacimiento, recibió el tratamiento de Alteza Serenísima, pero en la adolescencia ya se empezó a ganar el apodo de "princesa rebelde" cuando la expulsaron del Liceo Dupanloup "por un comportamiento incompatible con las normas de la institución".
Poco después, ocurrió uno de los hechos que más han marcado su vida. El 13 de septiembre de 1982, ella y su madre, Grace Kelly, regresaban a Mónaco desde su palacio de verano en Roc Agel, Francia, cuando ocurrió un fatal accidente de coche que cayó por un barranco. Estefanía sólo se fracturó una vértebra, mientras que la actriz quedó en coma y falleció al día siguiente.
Aunque la versión oficial informó que Grace había sufrido un derrame cerebral mientras conducía, los rumores persisten hasta hoy. Se ha especulado que Estefanía, quien no pudo asistir al funeral de su madre debido a sus propias lesiones, era la conductora del vehículo en ese fatídico momento. Otros dijeron que madre e hija iban discutiendo y que por eso no tomaron atención a la curva que venía. Sea como fuere, este trágico suceso le hizo sufrir durante un largo tiempo. "Hay mucha presión sobre mí, porque todo el mundo dice que yo conducía el coche, que es mi culpa, que he matado a mi madre... No es fácil cuando tienes que vivir eso con 17 años", estalló la princesa 7 años después en una entrevista.
De una princesa se espera que se case con un príncipe y que tenga mucha descendencia. Así nos lo han indicado los cuentos de fantasía y la historia. Pero Estefanía de Mónaco se alejó, y mucho, del camino que se esperaba para ella.
Con 16 años tuvo su primer novio oficial, Paul Belmondo, hijo del actor francés Jean-Paul Belmondo, un joven con demasiado "buen perfil" para sus gustos "rebeldes", aunque, aun así, a Grace Kelly nunca le gustó. Después de esta primera incursión en el mundo de las relaciones, Estefanía fue protagonista de numerosos titulares por sus romances controvertidos.
Tras Belmondo sonaron nombres como el del chico playboy Mario Oliver o el del actor Robe Lowe. Todo esto antes de los años 90, cuando Estefanía anunció por sorpresa su compromiso con el empresario Jean Yves Lefur. No obstante, nunca llegó a pisar el altar acompañada de este exitoso joven, puesto que comenzó su "obsesión" por los guardaespaldas.
En 1992, anunció que esperaba su primer hijo y que el padre era Daniel Ducruet, el encargado de su seguridad. Ese mismo año nació Louis Ducruet, y en mayo de 1994, su hija Pauline Ducruet. Pero no fue hasta 1995 que la pareja contrajo matrimonio, por lo que Louis y Pauline no fueron incluidos en la línea de sucesión al trono hasta entonces.
El enlace matrimonial no duró mucho, ya que la pareja se divorció en 1996 después de que se publicaran unas fotografías de Ducruet siéndole infiel a la princesa con una stripper. Pero la historia con los guardaespaldas no terminó aquí, porque la tercera hija de Estefanía, Camille, fue fruto de su relación con Jean Raymond Gottlieb, otro guardaespaldas real. Como nunca se llegaron a casar, la hija pequeña de la princesa de Mónaco no está en la línea sucesoria.
En el año 2002, la princesa se sumergió de lleno en la vida nómada circense al unirse al domador de elefantes, Franco Knie. De repente, la caravana de este se convirtió en el hogar itinerante de Estefanía y sus tres hijos, desafiando las convenciones de cualquier casa real.
La conexión de Estefanía con el mundo circense también tuvo un segundo capítulo, que comenzó al enamorarse del acróbata Adans López Peres, con quien contrajo matrimonio. Aunque la unión fue efímera, dejó un curioso recuerdo al retratarse apadrinando delfines en un parque acuático en Suiza.
La princesa, siempre impredecible, no dejó de sorprender con sus elecciones de vida. Sin embargo, después de este capítulo circense, Estefanía regresó a su hogar y buscó refugio en sus tres hijos, Luis, Paulina y Camille. Desde entonces, su vida pública no ha sido muy constante, teniendo épocas en las que se deja ver más y otras en las que menos.