SALTAN LAS ALARMAS
El hijo de Kiko Matamoros, Diego ha confesado que se encuentra padeciendo una patología que le ha hecho estar hospitalizado durante varias jornadas sincerándose sobre el duro momento que está teniendo que vivir.
De igual modo que llegan las buenas noticias, lo hacen las malas. Las redes sociales se han convertido en la principal fuente de informaciones, siendo la forma favorita de algunas caras conocidas para hacer comunicados y para actualizar noticias sobre sus vidas. Esto es algo que ha hecho recientemente el hermano de Laura Matamoros, Diego, quien se ha sincerado narrando que se encuentra hospitalizado desde hace casi 7 días.
Este ingreso se ha llevado a cabo en un centro próximo a su domicilio habitual tras sufrir un dolor que ha hecho que conozca que tiene un problema de salud, siendo ahora el momento que ha elegido para compartirlo con sus seguidores. Un Diego sincero se abría ante su comunidad de fans intentando mostrarse tranquilo y sonriente desde la habitación del hospital en el que se encuentra.
Desde la cama ha desvelado que sufre una enfermedad "congénita degenerativa relacionada con hernias discales y la médula espinal", una dolencia que se presentó el pasado viernes, 25 de marzo, cuando se disponía a realizar una escapada con Marta Riumbau, viéndose incapacitado tras sufrir una "crisis bastante severa".
El hijo de Kiko Matamoros ha seguido mostrando su lado más honesto informando también que su "espalda comenzó a fallar de nuevo, me fallaron las piernas y me quedé en el suelo sin poder moverme". Unos datos que han hecho que salten las alarmas entre sus seguidores quienes han mostrado su preocupación por el joven de 35 años.
Tal y como ha manifestado Diego Matamoros el momento en el que el dolor se hizo tan fuerte que no era capaz de avisar a su familia, pasando incluso hasta una hora antes de que llamara a sus seres queridos, a su novia y al servicio médico para que le mandaran una ambulancia que le trasladara al centro hospitalario.
Tras ser sedado y pasados varios días, Diego ha reconocido que ha sufrido "mucho dolor y muchísimo sufrimiento", todo ello tras notificar que ha tenido que ser operado en la unidad del dolor después de realizarse una resonancia magnética en la que se podía ver el estado de su médula estando esta "tocada" igual que una de las vértebras "anteriorizada".
Como tratamiento ha manifestado que le han "inyectado corticoides en la médula y en unos cuatro días podré empezar a caminar más o menos normal", recordando también el largo camino que le queda por delante antes de recuperarse por completo, teniendo que realizar diversas sesiones de fisioterapia para volver a esta en forma. Además, el joven no ha querido dejar de agradecer a sus seres queridos por el apoyo y, ante todo, a su novia, Marta Riumbau, quien ha permanecido junto a él en todo momento.
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