LA FOTO MÁS ESPERADA
A pesar de los rumores que han perseguido a la pareja durante más de una década, Alberto II de Mónaco y su esposa, la princesa Charlene de Mónaco, no han dudado en compartir en las redes oficiales del principado un posado por su 11º aniversario que dice mucho sobre en qué estado se encuentra su matrimonio.
La Casa Real de Mónaco está de aniversario. Y es que este viernes se cumplían 11 años desde que Alberto y Charlene de Mónaco sellaban con un mediático "sí, quiero" su primera boda civil.
Wittstock era el apellido de soltera de Charlene y, tras dos años de noviazgo, lo abandonó para empezar una vida junto a Alberto II de Mónaco, príncipe soberano del microestado europeo.
Ha pasado más de una década, pero algunos la siguen recordando como "la princesa triste". Lágrimas en los ojos y mucha emoción, pero eso no evitó que el matrimonio fuera cuestionado así como el amor que compartía la pareja.
Sin embargo, hace unos días los príncipes de Mónaco se dejaron ver muy acaramelados y románticos en un viaje a Oslo (Noruega) para la exposición "Sailing the Sea of Science". Esto ocurría el 23 de junio, algunas semanas después de que la princesa Charlene diera positivo en Covid-19. Y es que sin duda, la pareja ha resistido todo tipo de rumores y ha demostrado que juntos pueden con todo.
El retrato oficial más esperado
Que Alberto y Charlene de Mónaco están en un buen punto de su relación se ha hecho más evidente cuando el Palacio del Príncipe de Mónaco publicaba en sus redes sociales durante la tarde del viernes la foto más esperada del año.
Se trata de un posado de la pareja real con el único objetivo de inmortalizar su 11º aniversario y celebrarlo. Así, de golpe y porrazo, se zanjan, nuevamente, todos los rumores y especulaciones sobre si Alberto II y Charlene están afrontado una crisis matrimonial.
Lo que más destaca del retrato oficial no es ni la elección de los jardines del palacio como escenario, ni el nuevo corte de pelo de la princesa Charlene y tampoco el espectacular vestido verde de Louis Vuitton, sino la propia pose. Como sacados de una revista, la pareja real se muestra sonriente y de la mano. Una imagen tierna y radiante que se alza ante todas las conjeturas que auguran un triste final para la pareja.
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