TODO QUEDÓ EN UN SUSTO
Ben Affleck y Jennifer Lopez alquilaron un coche de alta gama por 1.500 durante un día pero la cosa no acabó como esperaban.
Si hay algo a lo que no estamos acostumbrados dentro del mundo de las estrellas, son a las divorcios amistosos. Sin embargo, si nos vamos a Hollywood, la separación de Ben Affleck y Jennifer Garner es la excepción que rompe la regla.
En 2015, la famosa pareja ponía fin a su relación tras varios años juntos y tres hijos en común. Durante estos años, se ha vuelto muy normal verlos juntos paseando por las calles de Los Ángeles y compartiendo tiempo en común junto a sus hijos.
El actor ha rehecho su vida junto a la cantante Jennifer Lopez, y este fin de semana, los paparazzis han captado a la pareja junto a Sam, el hijo pequeño de Affleck, disfrutando de un soleado sábado.
Un plan que acabó en incidente
Para cualquier persona no es muy normal llegar a un concesionario de coches de lujo y gastarse 1.500 euros en alquilar un vehículo de alta gama durante un día. No obstante, esto fue lo que hizo el intérprete junto a su futura mujer y su hijo...
La pareja se alquiló un Lamborghini Urus en un tono amarillo chillón, un coche ideal para pasearse y presumir ante todos, pero antes de ello el actor permitió a su hijo Samuel de diez años subirse al asiento del conductor.
Un detalle por parte de Affleck que a priori le pareció buena idea, si no fuese porque Samu activó el coche y éste se fue hacia atrás, chocando con otro vehículo que se encontraba estacionado justo al lado, un BMW blanco.
Tras este incidente que, por suerte, quedó en un susto, Affleck comprobó los daños materiales y tras ver que no había ocurrido nada gravé, consoló al pequeño, mientras que Jennifer Lopez se encontraba a un lado siendo testigo de todo lo ocurrido.
Un hecho que, además de ser una irresponsabilidad por parte del actor, podría conllevar una multa por incumplir la ley de seguridad.
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