SOBRE LA SITUACIÓN QUE ATRAVIESA
No son buenos momentos para Bárbara Rey. Y, aunque está intentando mantenerse en un segundo plano, su nombre retumba en todos los rincones del mundo, ligado al del rey Juan Carlos. Es por eso que ha emitido un comunicado sobre su situación a través de las redes.
Al límite por las controvertidas conversaciones privadas con el rey Juan Carlos que ella misma grabó a mediados de la década de los 90 y que ahora están viendo la luz, Bárbara Rey protagonizaba un tenso altercado con la prensa este miércoles. Tras conducir su coche por las calles de Marbella intentando huir de las cámaras, la vedette paraba el vehículo en medio de una carretera para pedir ayuda a la Policía por el "acoso" de los reporteros que, asegura, está sufriendo en los últimos días.
Con una crisis de ansiedad, la madre de Ángel Cristo Jr. se dirigía a un hospital en el que era atendida por los médicos, y a última hora de la tarde regresaba a su domicilio muy alterada al ver a las cámaras apostadas a la puerta de su urbanización.
Este jueves, ha reaparecido mucho más tranquila. Con la cabeza alta, Bárbara volvía a la clínica sin hacer declaraciones sobre cómo está sobrellevando el escándalo, pero poco después decidía romper su silencio a través de redes sociales con un comunicado urgente sobre su estado de salud.
"Yo sé que hay mucha gente que me quiere, que sabe que estoy pasando por un momento difícil y que estáis preocupados por mi salud y por cómo me encuentro. Os diré que poco a poco voy saliendo adelante. Soy una persona creyente y Dios me ayuda. Bueno, Dios me ayuda mucho, estoy completamente convencida. Cosa que sé que no va a hacer con la gente muy malvada que hay por ahí suelta", aclaraba, mostrando un plato de salmón mientras apuntaba que "hay que darle de comer al espíritu, al alma y también al estómago", para dejar claro que se encuentra perfectamente y que los disgustos no le han quitado el hambre.
Y, demostrando que no va a dejar que la polémica por sus grabaciones al padre de Felipe VI alteren su día a día, Bárbara continuaba la tarde acudiendo a una peluquería de Marbella para, ya que no puede evitar que la prensa la siga para preguntarle por este asunto, por lo menos estar radiante ante las cámaras.
Tras varias horas cuidando su melena, la vedette abandonaba el lugar dando la callada por respuesta a su comunicado sobre su salud en redes sociales, sin aclarar a qué se debe este cambio de actitud 24 horas después de sufrir un ataque de ansiedad y pedir ayuda a la Policía.