EN LA FIESTA DE RABAT EN MADRID
Ana Boyer se ha convertido en una de las protagonistas de la gran fiesta que organizó Rabat este miércoles en Madrid. La hija de Isabel Preysler hablaba con los medios y además de confesar cuáles son sus joyas más preciadas, la menor de la familia se ha pronunciado sobre las polémicas declaraciones que hizo su hermana Tamara Falcó de su ático nuevo.
Volcada en su vida familiar en Doha (Qatar) con el tenista Fernando Verdasco y sus dos hijos, Miguel (4) y Mateo (2) cada una de las escasas apariciones de Ana Boyer en nuestro país se convierte en todo un acontecimiento. Y eso es lo que ha sucedido este miércoles, cuando la hija de Isabel Preysler ha amadrinado la fiesta de presentación de la nueva colección de la joyería Rabat, Magic Cosmos, junto a otras celebrities como Stella del Carmen Banderas, Eugenia Silva o Sandra Gago.
Pura sofisticación con un espectacular vestido negro de cuello halter y escote triangular, la socialité ha derrochado simpatía con los medios de comunicación y no ha dudado en pronunciarse sobre la última polémica protagonizada por su hermana Tamara Falcó, cuestionada en los últimos días tras confesar que el lujoso ático que adquirió en la urbanización Puerta de Hierro en 2020 y al que se mudará con Íñigo Onieva en las próximas semanas no es como esperaba: "La casa es muy moderna porque es todo acristalado y está hecha para que se te vea desde todos los lados de la casa. Es muy bonita sobre plano, pero creo que para mí no es la mejor idea" reconocía en El Hormiguero, intentando justificar su decisión de proteger su intimidad instalando decenas de frondosos arbustos en su terraza.
Unas declaraciones que han generado una gran controversia y que Ana Boyer no ha dudado en defender, asegurando que ha habido algún tipo de "malentendido" porque a su hermana "le encanta" el que pronto se convertirá en su nuevo hogar: "Ella está con muchas ganas. Ha puesto todo su cariño y amor en esa casa, lleva muchísimo tiempo trabajando en ella para que quede como a ella le gusta y tiene muchísimas ganas de poder mudarse" ha asegurado.
"Si a ella no le gustara pondría la casa en alquiler y se iría a otro sitio. A Tamara le encanta, no sé si habrá habido algún malentendido pero es obvio que le gusta y está feliz con vivir ahí" ha añadido con una sonrisa, dejando claro que la marquesa sí está conforme con su casa y deseando comenzar su nueva vida ahí con Íñigo Onieva.
Ana también ha aprovechado la ocasión para pronunciarse sobre los rumores de que el empresario querría mantener su apartamento de soltero en el centro de Madrid para estar más cerca de sus negocios. Algo que la socialité ha puesto en cuarentena con una sonrisa: "Pero eso quien lo dice. Es mentira. A lo mejor tiene algún plan para eso, pero no lo sé" ha expresado.
Lo que sí tiene claro es que Tamara es una súper tía con sus hijos y, aunque está deseando que le dé un sobrinito, asegura que los únicos que "presionamos" a su hermana con su futura maternidad somos los medios de comunicación. "Mis hijos se lo pasan bomba con Tamara. Ella está muy entregada y es muy divertida, se inventa juegos, y algunas cosas que no le dejamos hacer ella sí. Es consentidora igual que mi madre, ellos están encantados y se ríen mucho" ha revelado, reconociendo que le "encantaría" que la marquesa la convirtiese en tía de nuevo. "Pero nadie le mete presión, creo que solo vosotros" ha bromeado.
Sobre cómo se encuentra otro de sus hermanos, Enrique Iglesias, Ana no ha entrado en demasiados detalles, aunque sí ha explicado que está centrado en "la música" -"es su vida, es un apasionado"- "y está feliz de estar de gira otra vez".
Por último, la benjamina de Isabel Preysler ha evitado revelar cómo le ha sentado a su madre que Mario Vargas Llosa haya dedicado su última novela a su exmujer Patricia Llosa, pero ha dejado claro que la socialité ha pasado página totalmente: "Yo creo que hace más de un año o un año que mi madre y Mario están separados y cada uno está haciendo su vida".