POR PRIMERA VEZ
La modelo ha concedido una entrevista donde reflexiona sobre el amor.
Este año nos ha sorprendido con numerosas rupturas que jamás hubiésemos imaginado: Sara Carbonero e Iker Casillas, Bertín Osborne y Fabiola Martínez, Amelia Bono y Manuel Martos o, la última de ellas, Christian GálvezyAlmudena Cid que, tras 11 años de matrimonio y 15 de relación, han decidido emprender caminos por separado.
Hace poco más de una semana que la revista '¡HOLA!' publicaba en exclusiva su separación, sin embargo, no fue hasta hace tan solo unos días que el presentador se pronunciaba por primera vez desde que trascendiese la noticia.
''Estoy tremendamente agradecido por todo lo vivido y aprendido hasta el momento. Y ahora, poco a poco se instalará en mí la ilusión por todo lo que me queda por vivir y aprender. Gracias a todos por el cariño y el respeto mostrado estos días y, en especial, a mis 9 rosas. Felices fiestas'', son las palabras que acompañaban al bonito paisaje de su última publicación.
Una relación por la que, según apuntaba 'El Español', ''los dos lo han intentado hasta el final'' pero que ''no ha podido ser''. Asimismo, el mencionado periódico revelaba que fue la modelo quien tomó la última decisión y que fue Gálvez el que abandonó el hogar familiar.
Hasta el momento, la otra protagonista de la historia no se había pronunciado. Sin embargo, la gimnasta ahora ha roto su silencio en una entrevista concedida a 'El Mundo' donde ha hablado por primera vez desde que saliera a la luz su separación.
''La experiencia que estoy teniendo con esta función es que a medida que tú vas cambiando, te ocurren cosas en tu vida personal, también cambia el personaje y aunque el texto sea el mismo, sale de lugares distintos dependiendo de dónde estás en cada momento'', expresa en referencia a la obra de teatro en la que trabaja.
Sobre su inesperada ruptura, Almudena no ha querido entrar en detalles pero, sin embargo, sí ha quiero profundizar en el amor: ''Es algo que no controlas, que a veces duele porque es incomprendido o porque no es correspondido y otras veces te hace flotar. Esa felicidad es etérea, no es constante, va y viene, viene y va. Y creemos que el amor es permanente y te das cuenta de que no, y entonces vuelve la tristeza y luego vuelve otra vez el amor. Nos agita constantemente'', reflexiona.