SE REALIZA CON EL SUERO DE LA LECHE EN UNA GRANJA BRITÁNICA
El vodka pugna desde hace años por ganar terreno a la ginebra, de momento, pese a ligeros avances, con más pena que gloria, lo que da lugar a agradables sorpresas para los amantes del más difícil todavía gastronómico. Como la que nos ocupa: este vodka que, como su nombre indica, está elaborado con leche de vaca.
De momento sólo puede comprarse por Internet y la producción es limitada, ya que la idea ha sido desarrollada por un agricultor británico llamado Jason Barber, que ha estado durante tres años trabajando duro para conseguir este vodka, el cual, curiosamente, ha sido elogiado por parte de la crítica y por algunos chefs de prestigio.
Para elaborar este brebaje que, como su nombre indica, tiene como protagonista a la leche de vaca, Barber separa la leche en suero y cuajada. Mientras esta última se utiliza para elaborar quesos, el suero se fermenta y se le agrega una levadura especial que convierte el azúcar de la leche en alcohol que posteriormente se destila.
Barber no ha querido revelar los detalles de sus procedimientos, que mantiene en el más estricto secreto, aunque sí se sabe que se realiza un proceso de triple filtrado y se embotella a mano.
Pese a lo rocambolesca que pueda parecer la historia, lo cierto es que Black Cow ha conseguido conquistar los corazones del moderneo londinese y la gran mayoría de las publicaciones de referencia en materia coctelera se han hecho eco de las bondades de un brebaje que combina la neutralidad del vodka clásico con una leve y bien lograda cremosidad y algunas notas lácteas que aportan personalidad al conjunto.
En su página web, además de poder adquirir las botellas pequeña y grande a 23 y 29 € respectivamente, también podremos consultar un interesante recetario para elaborar cócteles con este destilado.