'Bon profit, che'!
Valencia está ganando mucho peso a nivel gastronómico, así que hemos viajado a la ciudad del Turia para ver lo que se está cociendo más allá de los grandes restaurantes. Visitamos estos establecimientos con platos sensacionales a precios asequibles. 'Bon profit, che'!
HABITUAL
Para llegar a Habitual no hay que hacer mucho caso de la dirección 'oficial': Jorge Juan, 19. Es correcta pero no exacta porque te lleva a una esquina del mercado de Colón, a pie de calle, y el restaurante está dentro de este precioso edificio, en el sótano. Así que no te despistes porque tienes que coger las escaleras mecánica y bajar hasta allí. Vale la pena llegar al restaurante de Ricard Camarena (luce dos estrellas Michelin por su establecimiento homónimo en Valencia). El menú de mediodías laborables (17,5 euros sin bebidas) es fantástico, y cada plato de la carta, tradicional pero muy moderna, sobresaliente. Mucha verdura, mucha hortaliza, mucho Mediterráneo, mucho huerto y mucho sabor hay en cada receta, porque tiene a un agricultor que produce en exclusiva para este restaurante. No te pierdas las zanahorias asadas, con coco, salmón ahumado y semillas garrapiñadas, las alcachofas con pez limón marinado, almendras fritas y ajoblanco de almendras ni la tarta tatin de hojaldre con tomate en conserva con mozzarela de búfala. Calle de Jorge Juan, 19 (mercado de Colón).
CANALLA BISTRO
Canalla Bistro es un buen plan para una cena animada (esas coloridas cabezas de cerdo colgadas de las paredes ya te anuncian que vas a divertirte). Pero también es una garantía de que vas a comer y a beber más que bien. Son recetas del mundo, así que tu viaje no acaba en Valencia, sino que sigue por Nueva York, China, Japón, México, Tailandia... a través de platos desenfadados y presentados con mucha originalidad que puedes acompañar con unos cócteles de vicio. Debes pedir sí o sí: el cucurucho de masa cantonesa relleno de tartar de salmón, aguacate y mayonesa de wasabi; el canelón de aguacate con bonito marinado y pico de gallo, servido en una bandeja en forma de pez; la tempura melosa de verduras, el nigiri sandwich de pato Pekín y el icono de la casa: pan bao de cerdo pequinés, que llega a la mesa sobre la cabeza de un cerdo. De postre, un trampantojo: no es un plátano, sino chocolate blanco con una piel hecha de fruta de la pasión. Calle del mestre Josep Serrano, 5.
VUELVE CAROLINA
Quique Dacosta, con tres estrellas Michelin por su restaurante homónimo en Dénia, es un cocinero de lo más versátil. Lo demuestra en Vuelve Carolina. En este restaurante del centro de Valencia mezcla la cocina peruana auténtica, elaborada con producto traído desde el país andino con los platos de aquí y de allá para compartir (incluso con algunos históricos del chef). La primera se prueba en la colorida barra que recorre casi todo el local y la segunda, en las mesas. Así que igual vas a poder probar un tiradito amazónico (salmonete a la llama en leche de tigre) que unas navajas a baja temperatura con leche de coco y gel de jugo de sisho (un clásico de este local) o unas gambas de Dénia con polvo satay y mayonesa cítrica de las que se comen hasta las patas. Y todo ello, con cervezas artesanales elaboradas por el propio Dacosta. Sirven un menú de mediodía laborable por 16,50 euros sin bebidas, y dos degustación (Tapas, de 28 euros, y Compartir Valencia, con un arroz al final, por 35). Justo en el piso de encima está El Poblet, también propiedad del chef, que ostenta aquí una estrella de la guía francesa. Por si te apetece algo de alto standing... Calle de Correus, 8.
LLISA NEGRA
Este restaurante de Quique Dacosta es elegante pero informal. Pero más elegante y menos informal que los que aparecen en este reportaje. Cuando veas a los cocineros trabajando con el paellero ante tus ojos, sobre unas brasas de leñas distintas según el tipo de arroz que estén haciendo, querrás pedir uno. Y no te equivocarás, porque los bordan. Pero aquí también disfrutarás con el pescado (magnífica raya adobada) que llega de las mejores lonjas de España. En este elegante restaurante de aire clásico y contemporáneo, el fuego es el protagonista de una cocina que trabaja con el mejor producto posible, de ahí que el precio medio ronde los 50-60 euros. Ideal para darse un homenaje gastronómico con garantías y sin llegar a pagar los precios de una estrella Michelin. Ah, y difícilmente probarás un pan como el suyo: es hojaldrado y lo hacen al momento. Para arrodillarse. Calle de Pascual i Genís, 10.
MERCATBAR
Da igual que te sientes en la barra peruana que en las mesas de la sala. Vas a comer mucho con las manos y poco con el cuchillo y el tenedor. Pero qué más da cuando atacas un kebab de carrillera, una patata suflé rellena de yema de huevo o una pizza fría, que en realidad es un finísimo papel de arroz sobre el que se ponen los ingredientes. Tendrás que usar los cubiertos para las patatas bravas, servidas sobre una cabeza de toro, el pescado de lonja hojaldrado con carabinero y pistachos y el ceviche de corvina thai, con cremoso de aguacate y leche de coco. Como ves, cocina de mercado internacional, a veces recetas de allá con toques de allí, y a veces recetas de allá con ingredientes de aquí. Hay varios menús: de mediodía laborable (15 euros sin bebidas), Degusta (7 platos para compartir, 25 euros), Bocados (9 platos, 30 euros), Fan Beer (maridaje de cervezas belgas por 36,5). Quique Dacosta, embajador de varias marcas de champán, ofrece aquí Moët & Chandon a mejor precio. Por si te apetece brindar. Joaquín Costa, 27.
2 ESTACIONES
Hay que hacer parada en 2 Estaciones. Aquí se come más que de maravilla. Y punto. Y ya no haría falta decir nada más. Pero merece una buena reseña porque su cocina de mercado es realmente memorable. Quizás al entrar y ver su decoración sencilla y su tamaño mini pienses que es un restaurante sin mucho poderío gastronómico. Pero ríete tú de tantos establecimientos pomposos que no le llegan a la suela de los zapatos. Este aparece como Bib Gourmand en la guía Michelin, el escalón inferior a la estrella. Andan al frente Alberto Alonso, discípulo de Ricard Camarena, y Mar Soler, alumna de Vicente Patiño, con un talento descomunal para cocinar. Se nota en todos los platos, aunque aquí solo te destacamos unos cuantos: merluza al vapor con cebolla tierna y salsa de pimiento verde en salmuera, ensalada de puerros a la brasa con trucha marinada y jamón Joselito o una coca de lengua de ternera con salsa tártara y acelgas. La carta es cortita, así que te recomendamos escuchar las sugerencias del día o pedir el menú degustación de 35 euros, con un aperitivo, dos entrantes, un pescado, una carne y un postre (hay otro más largo por 48). Calle del pintor Salvador Abril 28.
SUCAR
A este restaurante pequeñito, coqueto, que recuerda los extintos merenderos de la playa del Saler, se va a mojar pan, porque eso es lo que significa el nombre del restaurante. Sus platos hacen honor a esta acción tan deliciosa, así que prepárate para disfrutar con los platos tradicionales valencianos de sabores intensos que el chef Vicente Patiño elabora con brasas. Una apuesta irresistible en la que no faltan la 'titaina' del cabanyal (un pisto frío con piñones), la ostra a la brasa con aceite, sal y pimienta, el rustido de alcachofas con 'sepionets', el 'blanquet' (una especie de butifarra con canela) con trinxat de patata, los callos... A la carta, cuesta unos 35 euros pero hay varios menús que se sirven a mesa completa: desde 18 a 32 euros. Calle de la Reina Na Germana, 4.
KAYMUS
Kaymus no aparece en el circuito turístico de Valencia porque está bastante alejado del centro. Pero eso no le impide estar en el circuito gastronómico de la ciudad. Así que debe ser anotado como destino para disfrutar de una buena mesa a base de cocina de mercado. Presumen de tratar muy bien el pescado (cada día cambia según lo que encuentran en la lonja), pero su carta de arroces es notable en variedad y calidad y el resto de platos son tan elegantes y sobrios como su decoración. El chef, Nacho Herrero, borda el dim sum relleno de txangurro con papada de cerdo y velouté de marisco, y la vieira con jamón y crema de ibérico y almendras. Y aplaudirás su ensaladilla rusa con salpicón de gambas y su croqueta de cocido de bacalao ahumado. Hay dos menús: uno de 31,9 euros (tres entrantes, plato principal a elegir y postre) y otro de 44 (cinco entrantes, pescado, carne y dos postres). Avenida del maestro Rodrigo, 44.
Otras direcciones de interés
Central Bar. Ubicado en el emblemático Mercat Central, de estilo modernista, este puesto con barra y mesas altas del chef biestrellado Ricard Camarena ofrece bocadillos, tapas, raciones y platos de cuchara de 6.30 a 15.30 horas. Plaza de la ciudad de Brujas, s/n.
Café Madrid. Dicen que aquí se inventó el agua de Valencia: vodka, ginebra, cava y zumo de naranja. Ambiente vintage y cálido para un local histórico que estuvo cerrado un tiempo y que acaba de renacer en el 2018 con una coctelería top. Calle de la abadía de Sant Martí, 10.
Convent Carmen
Puestos de comida variada en el maravilloso jardín centenario de un antiguo convento de clausura junto al antiguo cauce del Turia, en el barrio del Carmen. Esto es Convent Carmen, el nuevo espacio de moda de la ciudad en el que no faltan ni unos sofás-columpio para estar cómodos. Tapas, frituras, burgers, platillos tradicionales como canelones y albóndigas, e internacionales como pad thai, tacos de cochinita pibil y wok de verduras para 'maridar' con conciertos, cine, talleres, debates... Buen rollito asegurado. Plaza del Portal Nou, 6.