RECETA
No es necesario añadir más azúcar para poder cocinar cebolla caramelizada. El propio bulbo contiene la cantidad necesaria para que se produzca este efecto. Te explicamos cuál es el truco.
La cebolla caramelizada es una receta muy utilizada porque da un sabor distinto y especial a muchas comidas, pero se ha extendido la creencia de que para cocinarla se tiene que echar azúcar, aunque la realidad no es así. La propia cebolla tiene gran cantidad de hidratos de carbono que al cocinarla a fuego muy lento se convierte en azúcares. Eso si tenemos que tener en cuenta que su cocción será muy lenta y echar un poquito de azúcar reduce su tiempo.
Entre todas las variedades de ese bulbo, las más indicadas para esta receta son las blancas, ya que contienen gran cantidad de azúcares de manera natural.
Para poder hacer esta receta tenemos que cortar la cebolla en juliana y ponemos a calentar una sartén con gran cantidad de aceite de oliva. Cuando haya cogido temperatura, añadimos la cebolla de forma lo más repartida posible.
Añadimos una cucharadita de sal, ya que permite que suelte el líquido antes. Cuando se evapora, es cuando se inicia el proceso de caramelización. Hay que mantener el fuego muy bajo y remover de vez en cuando. De esta manera, nos aseguramos de que se cocina por igual y que no se queme.
El proceso de cocción es muy lento, se tarda alrededor de una hora y media, durante la cual los azúcares pertenecientes en la cebolla actúan caramelizando esta comida, pero el resultado será perfecto y de esta manera no añadimos más azúcar a una comida que se obtiene de manera natural y mucho más sana.