LA JOYA DE LA CORONA

Trucos para que el roscón de Reyes te quede per-fec-to

Seamos sinceros… los reyes no son reyes sin un buen roscón. Y es que este bollo a medias entre un pan y un brioche tiene enamorados a muchos, y sin embargo lograr un buen roscón casero no es nada fácil. Hoy te traemos unos trucos para que tu roscón quede per-fec-to y tus invitados flipen el día de Reyes.

Lo dicho, el roscón es un bollo a medias entre un pan y un brioche, por lo tanto hay que usar levadura de panadería, ya sea fresca o seca. Para entendernos, lo ideal para el roscón son los cubitos de levadura que puedes encontrar en la nevera de cualquier supermercado o incluso en algunas panaderías. Si no lo encuentras puedes recurrir a la levadura seca, pero tienes que fijarte que sea para panadería y no para repostería.

La levadura química es ideal para bizochos, galletas y magdalenas | G+J

El siguiente factor a tener en cuenta para tu roscón es la harina. Debe ser de fuerza y punto, o si no tu roscón no ‘subirá’ y no adquirirá la textura esponjosa tan típica del rey, es el caso de decirlo, de los postres navideños. Su masa contiene mucho azúcar y grasa y por ello necesitamos una harina más contundente.

Una harina para cada receta | G+J

De hecho, la masa del roscón se prepara con mantequilla. Lo curioso es que este ingrediente se incorpora casi al final del proceso de amasado y no tiene que ser ni muy dura ni líquida. La textura perfecta para la mantequilla es la que recuerda una pomada: aterciopelada, cremosa pero aún con consistencia. Y, claro está, que la mantequilla sea buena. Por una vez al año que preparamos roscón, podemos estirarnos un poco y no escatimar en los ingredientes: la diferencia de resultados será abismal.

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Ten en cuenta que lo que caracteriza el roscón es el aroma de agua de azahar. Puedes encontrar un sinfín de recetas para la masa del roscón pero todas ellas, todas, coincidirán en un punto: sin agua de azahar no hay roscón. Por ello este ingrediente tiene que encabezar tu lista de la compra cuando vayas a buscar los alimentos para hacer roscón. A partir de aquí, cada receta es un mundo: algunos prefieren que solamente haya un ligero aroma de azahar, y otros en cambio son partidarios de abundar con las dosis. Nosotros te aconsejamos ser moderado, pero para gustos los colores. Lo único que sí debes tener en cuenta es que normalmente se emplea agua de azahar para esta receta: si en cambio compras esencia de azahar, antes de tirar en la masa toda la botella piensa que la esencia es bastante más concentrada.

Flor de azahar | Cocinatis

Una vez tengamos el agua de azahar y todos demás ingredientes listos y a temperatura ambiente, solamente nos falta trabajarlos. El amasado no es nada complicado, y si tienes un robot de cocina será un proceso fácil e indoloro. Sin embargo, si tienes que preparar la masa con las manos hay que tener en cuenta que ésta tiene que tener una textura elástica y ligeramente pegajosa. El error común a la hora de preparar la masa para el roscón es añadir más harina para despegar la masa de las manos. Sin embargo, lo único que estaremos consiguiendo es endurecer la masa: untarnos las manos con aceite resultará más eficaz y no perjudicará el resultado final. Pero por muy bien que elijas la harina y la levadura, si no te tomas el tiempo necesario para preparar tu roscón todo esfuerzo será inútil. Este no es precisamente un postre que puedas preparar al último momento o con prisa, sino todo lo contrario. Se necesita paciencia, tiempo y cariño para que el resultado sea el esperado. De hecho el roscón fermenta tres veces: la primera cuando elaboras la masa madre, con un pequeño porcentaje de harina y leche. Esto te permitirá emplear menos levadura y tu roscón será más ligero. La segunda fermentación, que dura entre 6 y 8 horas siendo la más larga de todas, es posterior al amasado de todos los ingredientes. La tercera, una vez que hayamos dado forma al roscón, una media hora de reposo antes de hornear.

Nunca comas la masa cruda de los pasteles. | Pexels

Para darle la forma al roscón, tenemos que tener en cuenta que la masa crecerá en el horno. Por ello, conviene hacer un agujero bastante grande o bien untar un tarro, un vaso, un cuenco con mantequilla y colocarlo en el medio del agujero antes de hornear, para estar seguros que no se cierre. Ahora que le hemos dado la forma deseada, queda decorar nuestro roscón y hornearlo, y aquí llega otro truco fundamental para que tu roscón quede perfecto. El horno tiene que estar caliente, con calor arriba y abajo, y durante los primeros 7 – 10 minutos de horneado la temperatura tiene que rondar los 200 grados. Una vez pasado este tiempo, hay que bajar la temperatura a 180 grados y dejar el roscón en el horno durante 20 minutos más. Si te das cuenta que el roscón se está dorando demasiado, puedes cubrirlo con papel de aluminio durante los últimos minutos. Pero ten cuidado: intenta no abrir el horno si no es necesario, ya que esto podría dañar la cocción de tu obra de arte.

Roscón de Reyes | laSexta.com

Una última sugerencia: si preparas el roscón el día antes, una vez frío guárdalo en la nevera envuelto en papel film para mantener su aroma y su textura.