MUY FÁCIL
Aprende a preparar esta tarta de queso con una base de galletas y sin gelatina, que además no necesita horno. Sigue el paso a paso del siguiente video y guárdate este artículo para cuando quieras hacer la receta.
La combinación perfecta de suavidad y sabor ha convertido a la tarta de queso en un clásico indiscutible en cualquier mesa.
Aunque su origen se remonta a la Antigua Grecia, donde se preparaba una versión sencilla con queso y miel, su popularidad explotó a nivel mundial gracias a la famosa New York Cheesecake, que aporta una textura cremosa y una base crujiente de galleta. De hecho, en su versión neoyorquina esta tarta se hornea lentamente y se presenta sin coberturas, aunque con una base de galletas.
Hoy en día, encontramos versiones al horno, sin horno, con coberturas de frutas, chocolate o mermeladas. Además, con el auge de las dietas saludables, han surgido variantes veganas y sin gluten, que mantienen todo su sabor pero se adaptan a distintos estilos de vida.
En esta ocasión, os ofrecemos una nueva versión sin horno y con una cobertura, pero conservando la base típica con galletas. Además, la vamos a presentar en vasitos individuales para darle un toque diferente y original. Aprende a prepararla con el paso a paso del vídeo que encontrarás al inicio de este artículo.
1. Trituramos nuestras galletas favoritas y reservamos.
2. Fundimos la mantequilla y la integramos con las galletas trituradas.
3. Colocamos la capa de galletas en los vasitos.
4. En el bol de la batidora mezclamos el queso crema, la leche condensada y la nata.
5. Rellenamos los vasitos o las copas.
6. Pasamos la crema a los vasitos.
7. Pasamos los vasitos a la nevera unas 8 horas.
8. Decoramos con galletas trituradas (opcional).
Ya tenemos nuestra tarta de queso con galletas y sin horno servida en vasitos individuales, lista para disfrutar en la mejor compañía.