TRUCO
Muchas veces cuando nos ponemos a cocinar alguna receta de repostería, vamos muy rápido o se nos olvida un paso fundamental, tamizar la harina. Además, este paso si no lo hacemos correctamente, puede ocasionarnos un gran desorden en la cocina.
Tamizar la harina es un paso fundamental para quienes busquen el mejor resultado en cualquier receta. También ayudará a que nuestras recetas, como por ejemplo un bizcocho, quede más esponjoso. Esto se debe a que cuando la tamizamos, se introduce aire entre las partículas de harina.
Este paso no mejora la calidad de los alimentos, si no que su objetivo principal es evitar grumos que se forman en la masa. Estos grumos, si no se deshacen, quedarán en nuestro postre y agregarán un sabor a masa cruda.
Los grumos se forman en la harina por la humedad, por lo que los trataremos de separar utilizando un colador. Este paso puede parecer muy fácil, pero si no lo hacemos correctamente, puede que toda nuestra cocina se llene de harina.
Para asegúranos de evitar un caos enorme solo necesitaremos un vaso. En vez de poner la harina directamente en el colador, la pondremos primero en un vaso. Luego colocaremos el vaso en el colador y le daremos la vuelta sobre el recipiente en el que estamos haciendo la masa.
Después, moveremos el vaso en círculos, con cuidado de no sobrepasar los límites de nuestro recipiente.
De esta manera, se quedará todo en la masa y no en la mesa.