CONTRA EL CALOR

Sopas frías más allá del gazpacho y el salmorejo

Lo ideal en la época de temperaturas altas es optar por la cocina tradicional andaluza, la cual dispone de un amplio catálogo de platos fríos para combatir el calor.

Sopas frías Pixabay

Con la llegada de la época de las altas temperaturas, una de las problemáticas más comunes es la falta o ausencia total de apetito. El calor provoca que apenas sintamos hambre, que estemos hidratándonos continuamente y que prefiramos ingerir alimentos muy fríos. Durante estos meses, no nos alimentamos de comidas pesadas y copiosas, las cuales también nos proporcionan los nutrientes necesarios para tener la energía suficiente para realizar nuestras labores diarias, por eso hay que buscar una alternativa igual de nutritiva.

Una de las opciones ideales para sustituir este tipo de comidas es optar por la cocina tradicional andaluza, una de las gastronomías que pueden salvar tu alimentación y nutrición durante el verano. Pero cuando hablamos de este tipo de alimentos, inconscientemente siempre pensamos en el gazpacho y el salmorejo. Los dos tipos de sopa fría por excelencia. Sin embargo, hay otras opciones igual de ricas y económicas para tu bolsillo.

Otras sopas frías

En España podemos contar con algunas delicias culinarias muy tradicionales como, tal y como hemos mencionado anteriormente, el salmorejo y el gazpacho, pero también la porra antequerana, la mazamorra cordobesa o el ajoblanco malagueño. Por ejemplo, desde NovaMás, compartimos una receta de este último plato.

Salmorejo

Con origen en Córdoba, el salmorejo es una deliciosa crema espesa que se toma fría y se prepara majando los ingredientes en un mortero y con mucha paciencia. Pan, ajo, sal, aceite de oliva virgen y tomate de allende los mares, son los ingredientes que lo convierten un agradable plato con carácter saludable y propiedades antioxidantes.

Salmorejo de ajo blanco | iStock

Gazpacho

Otra de las recetas estrellas en temporada estival es el tradicional gazpacho. Muy parecido al salmorejo, pero no tan espesa. Un plato arraigado a la cultura andaluza, siendo protagonista en ilustraciones del siglo XIX, como las del artista cordobés, Ángel Díaz Huertas, en la revista 'Blanco y Negro' donde aparece un grupo de campesinos reunidos alrededor de una sopa fría de tomate.

Su base tradicional está formada por tomate maduro, pan, ajo, pepino, pimiento, cebolla, comino, agua, aceite de oliva, vinagre, sal y pimienta. No obstante, como suele ser habitual en estos casos, la receta se presta a reinterpretaciones y actualmente se puede encontrar con fresa, sandía o remolacha, entre otros ingredientes.

gazpacho | Pixabay

Porra antequerana

Su nombre tiene origen en la porra o el mazo que los campesinos utilizaban para majar los ingredientes de esta sopa en antaño. Junto al salmorejo cordobés y al gazpacho andaluz, tenemos otra deliciosa receta de una sopa fría tradicionalmente hecha con tomate como ingrediente principal. También el resto de alimentos que se utilizan son muy parecidos a los del salmorejo y el gazpacho, pero tiene más espesor que el primero y menos agua que el segundo plato.

Como en el caso de los platos anteriores, se consideraba una comida de pobres, debido a que su elaboración se realizaba con los ingredientes que habían sobrado de otras comidas. Y es que con un poco de tomate que se te esté quedando blanco, un poco de pan y restos de vegetales puedes preparar un plato perfecto para combatir el calor.

Porra antequerana | laSexta.com

Ajoblanco malagueño

Esta humilde elaboración, de origen en Andalucía, nació como la mezcla de todos los ingredientes que entonces la población tenía a su alcance. Pan en migas, ajo, aceite de oliva, vinagre, sal, agua y almendra. Su elaboración es sencilla, rápida y, sobre todo, muy económica. No tiene tanta popularidad como el resto de sopas frías, pero es una buena alternativa para luchar contra el calor, alimentarte saludablemente y refrescarte.

Ajoblanco malagueño. | iStock

Mazamorra cordobesa

Junto con el salmorejo, también el rabo de toro o los flamenquines (aunque estos no son sopas frías), es una especialidad típica de Córdoba que se elabora con los mismos ingredientes que el ajoblanco malagueño. Sin embargo, entre ellos se diferencian por la textura final, ya que la mazamorra destaca por un espesor similar a la del salmorejo. Y es que se dice que es su predecesora, pues sus raíces se remontan a la época romana, antes de que los tomates aterrizaran desde las Américas.

Este plato se puede servir hasta en tres formas distintas. La más común es con huevo picado y aceitunas negras. No obstante, como en el resto de casos, la receta se presta a miles de reinterpretaciones y puede llevar desde pasas hasta manzanas o melón.