CURIOSIDAD
A pesar de que, en principio, la única diferencia entre un tipo de fruta y otro solo sean las semillas, puede surgir la duda de si tienen algún componente diferente más.
Sabiendo que por lo general las frutas con semillas son las preferidas gracias a que son más fáciles de comer, es lógico que surja la duda de si también son igual de beneficiosas que las que sí tienen. En España el 70% de la fruta que se compra es sin semillas, mientras que las que no tienen responden al 30% restante.
Las frutas, de toda la vida han tenido semillas, pero como demanda de los consumidores se empezó a diseñar fruta sin ellas. Estas creaciones se desarrollan a través de un proceso de hibridación en el que se mezclan los materiales genéticos de dos variedades de plantas incompatibles. De esta manera, el producto de la mezcla da como resultado un fruto estéril y, por lo tanto, sin pepitas.
En cuanto a lo saludable que son un tipo y otro, apenas hay diferencias. Ambos cuentan con la misma cantidad de nutrientes y ambas aportan el mismo valor nutricional. A pesar de que es verdad que las semillas de algunas frutas cuentan con propiedades antioxidantes, para poder aprovecharse de ellas habría que masticarlas.
Es por esto que, a pesar de que las propiedades de una y otra sean prácticamente idénticas, su precio no es igual. Las que no tienen semillas son más caras debido al tratamiento genético al que han sido sometidos previamente.