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Si eres de los que cada año se proponen empezar a ir al gimnasio y no lo consiguen, hoy tenemos buenas noticias para ti. Aunque nada funciona tan bien como seis meses de gimnasio, sí que puedes conseguir mejorar de forma rápida.
1. ¿Tu día acaba cuando te sientas a cenar, muy tarde por la noche? Cena antes, sigue con tus actividades y antes de dormir disfruta de un yogur o, mejor aún, de una gelatina natural. Cenar antes ayuda a perder peso porque no te irás a dormir sin haber hecho la digestión y porque seguirás quemando calorías con tus actividades antes de acostarte.
2. En verano es más fácil que se acumule la basura: comemos más fruta, hace más calor y hay que tirarla más a menudo. ¿Cuántas noches piensas que ya la tirarás mañana? Pues no. Sal a tirarla después de cenar.
3. Muy bien. Ahora que te hemos sacado de casa, te planteamos un reto. En vez de volver a subir, plantarte delante del sofá y disfrutar de tu serie del momento, camina media hora. Podrá parecerte una auténtica locura: no ver tu serie para pasearte a oscuras por la noche, pero te garantizamos que verás los resultados.
4. ¿Ganas de un atracón nocturno? Nada de patatas fritas, cacahuetes, helado o los miles de alimentos que se te están viniendo a la cabeza. Fruta o infusión, nada más. Por muy sano que intentes comer, si luego cedes a estos atracones no conseguirás adelgazar ni, lo que es mucho más importante, tener una alimentación saludable. Tampoco te ayudará no escuchar a tu cuerpo: si te dice que comas, pues come, pero fruta. Habrás introducido en tu menú diario una de las famosas cinco piezas de fruta y verdura, ya no tendrás hambre y estarás cuidando tu cuerpo.
5. Intenta regresar siempre andando. Has salido a cenar fuera y pretendes volver a casa en taxi o bus. Craso error, un paseíto puede ayudar a tu línea. ¿Vas en coche? Aparca un pelín más lejos. ¿En bus? Baja una parada antes.
6. Intenta que las personas con las que vives respeten estas normas. ¿Cuántas veces has empezado una dieta y, mientras tú comías coliflor, la otra persona se estaba zampando un filete? Pues eso. Los hábitos saludables de cenar pronto, salir a caminar aunque sea media hora, utilizar nuestros pies como medio de transporte o comer fruta son beneficiosos incluso para aquellos que no quieran perder peso, ya que también son hábitos fundamentales para tener un cuerpo sano.
7. ¿Tienes que ordenar un armario? ¿Limpiar la nevera? Resérvate alguna de estas actividades para después de cenar. Estar activo justo en las últimas horas del día será decisivo a la hora de mantener la línea.
8. Los amantes del gimnasio, que suelen ir a partir de las 19 h, deberían cambiar los hábitos alimentarios, si lo que suelen hacer es pegarse un atracón tras la sesión de entrenamiento. Siempre es mejor merendar bien, un poco antes de ir al gimnasio, que es precisamente cuando necesitamos energía, y optar por una cena muy ligera tras la clase.