El perrito caliente se pone 'on fire'
¡A un lado, señora hamburguesa! Llegó la hora del humilde perrito. Lo han puesto de moda locales de toda España como Salinetas, It Dogs, The dog is hot, El perrito cervecero, Perrito faldero o Butifarring. Larga vida a la salchicha entre dos rebanadas de pan.
Era normal que pasara. Me imagino a la hamburguesa pavoneándose delante del perrito caliente y diciéndole: “¿Eh?, ¿has visto que ya no soy 'fast food'?, ahora soy un plato gourmet. Gour-met. Me ponen foie, quesos de nivelón y panes orgánicos. Y tú (pausa dramática), ¿cómo lo llevas?”. Hasta hace poco, al hot dog le tocaba agachar la cabeza e irse a llorar a un rincón con sus botes de ketchup y mostaza a cuestas…
Pero el perrito caliente ya no es solo una salchicha Frankfurt metida entre dos trozos de pan industrial. No, no, el antiguo hot dog se ha puesto al nivel de su prima y amenaza incluso con sacar tajada de la sobredosis de 'burgers' orgánicas, de autor y hasta deconstruídas. El perrito caliente menea el rabo de nuevo.
El perrito cervecero. Hay que tenerlos cuadrados para ir siempre tan a tu bola como Koldo Royo. El cocinero vasco afincado en Mallorca ostentó un restaurante con estrella Michelin hasta 2007 y ahora regenta un camión de hace más de 30 años que ha convertido en una cocina con ruedas desde la que sirve… perritos calientes. “Platos completos en formato bocadillo”, como le gusta denominarlos a él. Al mejicano le echa guacamole; al mallorquín, pisto y mayonesa con sobrasada. Aparcado a las afueras de un hipermercado mayorista, ya está planeando salir de gira por toda España.
Perrito faldero. Otro chef de relumbrón, Javier Muñoz-Calero, lleva ofreciendo una versión divertida de su cocina internacional desde hace años en Perrito faldero, un local donde la estrella es… sí, de nuevo, el humilde perrito caliente de toda la vida. La receta: una salchicha bratwurst especiada de buen tamaño, cebolla seca, pepinillo, cebolleta, queso gruyere, kétchup de curry y patatas con piel para acompañar. Su éxito ha llevado a que lo tenga también en carta en sus otros restaurantes, como el Tartán del Círculo de Bellas Artes de Madrid. Javier, eres el culpable de que el perrito se haya puesto de moda.
Butifarring. Los locales de Frankfurt han triunfado siempre en Barcelona, pero también, tras décadas de repetir fórmula (salchicha, pan de perrito, kétchup y mostaza), el concepto de “bocadillo” parecía un poco denostado. Por eso, es digno de elogia la iniciativa de Butifarring, un local nacido para “hacer el mejor bocadillo del mundo”. Cogemos el bollo blandurrio de un hot dog y la salchicha baratuela y los cambiamos por un pan de calidad y una buena butifarra. Vale, a lo mejor ya no es un hot dog, pero puede ser que se trate de algo cien veces mejor. No apto para talibanes de los perritos, pero sí para cualquier otra persona.
The dog is hot. Nos encanta este local barcelonés desde el nombre. ¿Quién no ha hecho la coña buscándole el doble sentido a “perrito caliente” en el colegio o en el instituto? Vamos, seamos sinceros, los chistes con canes molan. Aquí, llevan el estilo cachondo hasta sus últimas consecuencias lo que no quiere decir que no cuiden la materia prima, lo que ha provocado que los 'perriteros' lo hayan apuntado con letras de oro en su agenda. Más de una veintena de variedades en las que a la salchicha tipo viena le acompañan ingredientes de lo más variopinto. También hay una variante para vegetarianos, con una de esas salchichas de tofu que dan cosica.
It Dogs. Como no nos íbamos a enamorar de un sitio en el que proponen maridar sus perritos con ¡una copa de cava! En It Dogs glamourizan sus bocadillos de salchicha hasta límites sorprendentes. Sus perritos se presentan en portadas de revistas de moda, a través de las cuales conocemos al chihuahua, donde arropan a la salchicha mayonesa, guacamole, tomate, cebolla, bacon crujiente, jalapeños o mozzarella. Una bomba. El caniche tampoco se queda atrás, con mostaza de Dijon, queso Brie o cebolla caramelizada. Ah, y no hay que dejarse engañar por los nombres; de tamaño andan bien.
Salinetas hot dogs. ¿Qué tendrán los lugares soleados y vacacionales que parecen el escenario perfecto para disfrutar de un buen perrito caliente? En Telde, (Gran Canaria), la playa de Salinetas da nombre a este negocio, que lleva tres años y medio petándolo. Su secreto es apostar por recetas poco habituales, como la que lleva quesos gratinados con soplete y que en Estados Unidos se conoce como Connie Island. En fines de semana, la afluencia de público es verdaderamente increíble, porque siempre se sale mejor de fiesta con un perrito caliente durmiendo en el estómago.