CONSEJO DE SALUD

¿Es seguro cocinar con alcohol?

En la cocina utilizamos este producto a la ligera sin saber cómo afecta a nuestra salud.

Cocinar con vinoiStock

En muchas cocinas la botella de vino rancio, moscatel o whisky se ha convertido en un condimento más para cocinar. Es todo un indispensable en la despensa. El secreto del alcohol en la cocina es que, cuando entra en contacto con el calor, desprende unos azúcares que le aportan a los alimentos un delicioso sabor a caramelo tostado.

Pero en la cocina no solo sirve como un ingrediente frecuente en nuestros guisos, también se consume combinado con preparaciones dulces. Las peras al vino, o incluso con melocotón en almíbar, son un clásico que seguro que nuestras abuelas y abuelos habrán comido más de una vez.

Sin embargo, si hablamos de nutrición, es bien sabido que el alcohol no es un producto que se aconseje. De hecho, muchos nutricionistas lo eliminan por completo de nuestro menú diario y lo reducen a un consumo totalmente ocasional. Por ello, es importante regular su uso también en la cocina, ya que, si hacemos el esfuerzo de privarnos de esta cervecita o copa de vino de más, sin darnos cuenta lo podemos recuperar con un uso descontrolado como condimento en la cocina.

Comer elaboraciones preparadas con bebidas alcohólicas

Según cuenta la nutricionista Raquel Villegas en su cuenta de Instagram, utilizar alcohol en la cocina no es seguro a nivel nutricional. Esto se explica porque, contrariamente a lo que mucha gente cree, el alcohol nunca se elimina del todo en las preparaciones, aunque entre en contacto con el calor y se evapore.

Como el alcohol no es recomendable, ni en cantidades mínimas, no se debería utilizar a la ligera cuando cocinamos. Especialmente, si estamos cocinando para los peques de la casa, ya que puede afectar su desarrollo cognitivo y al crecimiento. También debemos vigilar si estamos cocinando para mujeres embarazadas o que estén en período de lactancia.

Además, el alcohol nos puede jugar una mala pasada a la hora de contar calorías, porque modifica los valores energéticos de los alimentos, por su gran aportación de azúcar. Con esto queremos decir que el índice calórico de los platos, por más sanos que sean, incrementa notablemente si los cocinamos con alcohol.

Raquel Villegas también indica cuál es la retención de alcohol en función del tipo de preparado. Así, la elaboración que más cantidad de alcohol retiene es una base de guiso, con un 85%, y el clásico flameado, con un 75%. Mientras que, si hacemos una horneada de unas 2 horas, solo se mantendrá el 10% de alcohol.

Alternativas al alcohol

Si bien es cierto que nuestros guisos y preparaciones no conseguirán las mismas notas a caramelo si no utilizamos el alcohol, existen otras opciones para que nos queden igual de ricos.

Salsas

Las salsas son el aliado perfecto para realzar tus platos. Incluso para camuflar las preparaciones que los peques se resisten a comer. Además, se pueden combinar con carnes, pescados, pastas, arroces e incluso verduras. Con las salsas conseguimos un extra de sabor y jugosidad. Haz tu salsa casera para que sea más saludable.

Sofritos a base de cebolla

Sofrito de cebolla | iStock

La cebolla caramelizada tiene un intenso sabor, ideal para combinar con carnes y pescados. Solo un poco de este vegetal es suficiente para transformar nuestros platos y conseguir ese sabor acaramelado que tanto nos gusta. Córtala en rodajas finas y deja que se caramelice en aceite de oliva, sin prisa, a fuego lento.

Condimentos aromáticos

Las hierbas aromáticas o las especies también pueden ayudarte a conseguir sabores diferentes o enfatizar los ya presentes en nuestras elaboraciones. Además, ahora las podemos encontrar fácilmente en el supermercado, son muy económicas y nos duran muchísimo tiempo.

Otro truco, si aun así no te puedes resistir a utilizar el alcohol, es diluirlo con un poco de agua. De esta manera reducirás el volumen de alcohol, pero el resultado del plato será prácticamente el mismo.

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