SÍ, ESE QUE BEBES COMO SI FUESE AGUA
Ay, las tardecitas de primavera... Esas cañitas, esos mojitos, esos Bloody Mary. Te los tomas como si fuesen agua y no tienes ni la más remota idea de cuánto te engordan. Pues agárrate que vienen curvas.
Nadie dice que haya que renunciar a esos placeres veraniegos, solo decimos que podemos diseñar una estrategia para beber engordando lo mínimo. Porque, en el fondo, se trata de socializar con los amigos y pasar un rato en buena compañía, así que vamos a ser igual de felices si nos tomamos una simple copa de vino blanco (y la hacemos durar: he ahí el gran secreto) que cuatro caipirinhas. Y vamos a notar los resultados:
Pisco Sour (350 calorías)
Es la bebida de moda y la pedimos dándonoslas de entendidos sin saber lo que ocurre cuando la tomamos. Ocurre que el Pisco Sour se elabora con clara de huevo y cantidades industriales de azúcar, y ocurre que esos ingredientes engordan una barbaridad. También ocurre que, al no llevar soda ni ningún refresco con burbujas, nos parece ligero y digestivo, nos bebemos tres en un respiro y nuestro cuerpo recibe más de 1.000 calorías sin comerlo ni beberlo. Mil calorías que llegan, para más inri, después de haber cenado copiosamente, mucho más que si nos atiborrásemos del menú más contundente de cualquier fast food. Cuidado con él.
White Russian (327 calorías)
Al Gran Lebowski le daba igual porque, en general, era de comer más bien irregularmente y las camisas hawaianas disimulan. Y además probablemente tampoco sabía (ni le interesaba lo más mínimo) que el licor café es una bomba de relojería calórica y que ese chupito que nos tomamos tras las comidas nos está aportando las mismas calorías que un trozo de tarta. Y si encima le añades nata y vodka, el lío está asegurado: una bomba de relojería.
Caipirinha (320 calorías)
En la misma liga que el Pisco Sour encontramos la caipirinha, que además de lima y Cachaça lleva nada menos que cuatro cucharadas de azúcar blanco. Y tú, que vas por la vida presumiendo que tomas el café sin azúcar, le echas a tu cuerpo la noche del sábado lo mismo que habrías tomado en el café durante dos semanas seguidas. Y es que no hay que dejar de tomar caipirinhas pero sí, como decíamos, diseñar una estrategia al respecto: te tomas una tras una cena ligera y sigues con vino blanco. Así aún.
Mojito (217 calorías)
Si nos da igual una caipirinha que un mojito, mejor optar por este último. También lleva azúcar, pero algo menos que la caipirinha y, además, el ron tiene un valor calórico moderado. Volvemos a lo mismo: al parecer ningún ser humano ha sido capaz a lo largo de la Historia de tomarse un solo mojito, y cuando la cosa empieza a multiplicarse se pone peligrosa. Las calorías se disparan y la cintura lo sufre.
Gin-tonic (210 calorias)
Tanto el combinado popular por excelencia como el resto de combinados famosetes tienen aproximadamente la misma cantidad de calorías. Ron & Cola, Vodka & Limón y demás protagonistas de las barras de todo el mundo durante el fin de semana rondan las 200 calorías. Así pues, si eres de los que te pides un gin-tonic en vez de un postre para digerir el festín y sentirte sano y delgado, debes saber que un gin-tonic tiene las mismas calorías (o más) que un helado.
Piña colada (174 calorias)
Ron, piña y leche de coco para un cóctel que, pese a que su valor calórico no es nada desdeñable, tiene la ventaja de que la piña es altamente diurética, con lo cual iremos al baño con regularidad mientras la noche vaya de este cóctel que popularizó en su día aquel sonriente Isaac de Vacaciones en el mar. Pero este dato es solamente para los que ya tienen una edad.
Vermú (128 calorías)
El vermú es una de las bebidas que más engordan si decidimos tomarla a palo seco, pero aún así parece una buena opción si la cosa va de contar calorías. Está bueno, es refrescante, podemos tomarlo con hielo (sin necesidad de acompañarlo con soda) y es perfecto para cualquier ocasión.
Vaso de vino (82 calorías)
Tanto el tinto como el blanco rondan las 80 calorías por 100 ml, esto es una copita generosa. Si somos de los que solo bebemos vino con las comidas y jamás lo pedimos por las noches es hora de cambiar esta percepción y entregarnos al consumo de una de las bebidas menos calóricas del espectro. ¿Que vamos a una fiesta con barra libre? Podemos tomarnos siete mojitos seguidos sin apenas respirar o repartir un par de copas de vino blanco fresco durante la noche. El rosado, por ejemplo, es la mar de cool, rico, refrescante y con un aporte calórico más que relativo si echamos un vistazo a esta lista.
Cerveza (43 calorías)
Una cañita, o incluso dos. Hasta ahí bien. El problema viene cuando perdemos la cuenta de las que hemos bebido y lo hacemos sin ser conscientes de que nos estamos echando al cuerpo una cantidad de calorías que ríete tú de la bollería. La cerveza suele ser el motivo por el que muchas personas que cuidan al máximo la alimentación, comen verduras, hacen deporte y hacen bandera de un estilo de vida saludable no consiguen adelgazar y no saben por qué. Ya tenemos uno de los motivos. Tal vez el único.
Sidra (40 calorías)
De momento aún no ha logrado dar el salto a bebida sofisticada que desprende glamour en las noches de verano. Pero si lo peta la sangría y los hipsters comen callos, no descartemos que muy pronto alguien nos ofrezca una sidra en las fiestas más exclusivas. Mientras, apliquemos aquello de “ande yo caliente...” y disfrutemos de los placeres de esta bebida con muy pocas calorías, rica y refrescante, que funciona tanto a palo seco como en las comidas.
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