Receta fácil: Bizcocho de mango sin azúcar
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Un tomate de verano debería ser sabroso... pero no siempre lo es. Lo primero a lo que te animamos a fijarte en el aspecto exterior: si el color es irregular, buena señal. Otro rasgo importante es la piel, que debe ser fina.
El peso también importa; un tomate demasiado ligero no es de buena calidad. Indica que no tiene mucha carne. Los tomates 'feos' también son bien recibidos; suelen ser más ricos que los que parecen demasiado perfectitos.
La hora de la verdad llega cuando los cortamos y echamos un vistazo a su interior. Si tienen líneas blancas en la carne, mala señal. Finalmente, están el aroma y el sabor. Aquí sí que no hay género de dudas sobre cuál es bueno y cuál malo.