Un secreto a descubrir
Nos desplazamos hasta Almería: la ciudad andaluza se ha convertido en la nueva capital gastronómica y está dispuesta a dar la campanada a base de producto, calidad y buen hacer.
Si pensamos en Andalucía y gastronomía, seguramente muy pocos se acordarían de Almería. La ciudad queda un poco a la sombra de otras urbes como Sevilla y Málaga, pero lo cierto es que Almería es una gran desconocida que merece la pena descubrir antes de que sus bares y restaurantes se llenen hasta los topes. Por un lado, es una ciudad en la que el producto es de primera -solo hay que visitar su mercado para alucinar con la oferta de pescado-, pero también puede presumir de un clima envidiable, aprovechado al máximo por los locales, disfrutones como pocos. Repasamos cinco lugares por los que merece la pena dejarse caer.
El quinto toro (Juan Leal, 6). Manuel Leal es el alma de este local pequeño y dicharachero que se llena hasta los topes cualquier mediodía. En Almería están orgullosos de su modelo de tapeo, en el que cada consumición se acompaña de un platillo o un bocado. En caso de que se quiera repetir alguna sin bebida de por medio, se puede pedir aparte. En El quinto toro hay algunas tapas que son una religión, como sus patatas a lo pobre, acompañadas de huevo y pimentón, su guiso de trigo o sus migas, como manda la tradición, elaboradas solo cuando está nublado.
Casa Puga (Jovellanos, 7). Que los bares son lugares mágicos es algo de lo que pocos tendrían dudas al entrar en este local de solera imponente, marcado por dos colecciones: por un lado, la de botellas legendarias, y, por otro, la de felicitaciones dibujadas a mano durante años por un amigo de su casa. En su animadísima barra se practica, cómo no, el arte del tapeo a la almeriense. Aguja a la plancha, champiñones, jamón... buena gastronomía en miniatura que llegó incluso a seducir al elenco de Juego de Tronos. Sí, Almería también es tierra de cine...
Espacio Gastronómico Tony García (Avenida del Mediterráneo, 281). Este experimentado chef apuesta por las experiencias en su restaurante, ubicado en el Avenida Hotel Almería. Partiendo del producto local es capaz de darle la vuelta con propuestas como el gallo San Pedro frito emplatado con ajoblanco, el cordero segurense presentado con compota de manzana o el carpaccio de atún rojo macerado en soja y acompañado de una resultona mayonesa de wasabi. Todo ello, en un espacio con distintos ambientes y varias cartas pensadas para todo tipo de bolsillos.
La Encina (Marín, 16). Francisca Pérez es la jefa de cocina del restaurante La Encina, uno de los más frecuentados tanto por locales como por visitantes. Partiendo de una manera tradicional de entender la cocina, de sus fogones salen pescados del día primorosamente tratados al horno, como el pargo o la breca, o muslos de pintada rellenos de foie. Además, el local cuenta con una zona más informal en la que picotear y una curiosidad digna de mención, un pozo árabe del siglo XI.
Joseba Añorga (Plaza de la Constitución, 4). En esta taberna gastronómica es posible encontrar lo mejor de dos mundos: por un lado, las raíces del chef, de origen vasco, que se manifiestan en una manera de entender la gastronomia creativa y divertida. Es capaz de hacer makis de pargo con pimentón suave o anchoas de bocarte con raf, -lo mejor de un lado y del otro-. Al mismo tiempo, ofrece bacalao al pil-pil o rape a la donostiarra. Auténtico sabor vasco en el centro de Almería.