Varios informes alertan de que puede dañar nuestra salud
Con el uso pueden aparecer bacterias. Aunque creamos que, por el hecho de llevar agua, están completamente "limpias", lo cierto es que no lo están. Y luego está el bisfenol A, un componente que resulta tóxico...
Si te fijas en la gran mayoría de las botellas de agua, suelen incluir un pequeño mensaje que desaconseja severamente reutilizarlas. Seguro que muchas veces has pensado que se trata de una tontería y te has puesto a rellenarla con el fin de no aumentar el número de basura que ya de por sí generamos los seres humanos. Pues bien, en este caso, conviene no tomar a la ligera la advertencia del fabricante. Hay varias razones que desaconsejan su reutilización. Aquí van siete:
Cuidado con los 'barquitos'. Cada vez que abrimos una botella de agua, comienza la exposición del líquido a posibles invasiones bacterianas. Muchas de ellas pueden salir de nuestra boca, ojo. Los que tenemos niños pequeños nos hemos encontrado conque, en numerosas ocasiones, una botella de agua utilizada por un niño presenta 'barquitos' o trozos de comida que salen de la boca de aquel que bebe para hundirse en el líquido alimento. Efectivamente, este ejemplo deja claro que una botella de aguas es un coladero de bacterias. Tendemos a pensar que al vaciarla, dejamos fuera esos invasores pero lo cierto es que no, que a no ser que nos empleemos con agua y con jabón, la botella no queda limpia.
Ojo con el desgaste. Peeero, aunque nos empleemos a fondo con el agua y con el jabón, no nos libramos de que las bacterias hagan buenas migas (nunca mejor dicho) con el agua. La exposición diaria de la botella de agua hace que el plástico sufra desgaste. Lo lógico es que, tras una temporada, comiencen a aparecer grietas o dobleces en las que las bacterias acampan cómodamente. Por eso, todos los expertos aconsejan, sin excepción, que cuando la botella comience a deteriorarse, debe desecharse.
¿De qué está hecha la botella? Muchos de los que no utilizan botellas de agua, argumentan que están hechas de un plástico que contiene bisfenol A, un componente tóxico para la salud humana. Sin embargo, la gran mayoría (el 99%) de las botellas de agua que hay en el mercado están hechas de PET, tal y cómo indica el número 1 que aparece metido en un triángulo en la base de las botellas. Por ello, hay que estar tranquilos y, no obstante, vigilar por si el número que aparece en la base es 3,7 o 10, lo que indicaría que hay presencia de bisfenol A.
Posibles rellenos peligrosos. Por último, queda hablar de las confusiones. Una botella de plástico transparente puede contener agua, pero también otros líquidos similares. Aunque es de sentido común no poner lejía u otros líquidos peligrosos en ellas, hay gente que lo sigue haciendo y que puede llevar a confusiones y, por extensión, intoxicaciones graves. Un riesgo diferente y que nada tiene que ver con la conservación de la botella, pero que no conviene desdeñar porque errar es humano.