EL MILAGRO PARA (CASI) TODO
Al parecer, muchas famosas de Hollywood se atiborran de agua de coco para mantener su esplédido aspecto. Está llena de nutrientes, es diurética, tiene milagrosos efectos antioxidantes y, además, está la mar de buena. Te damos diez motivos para incorporar a tu vida esta bebida... ¿milagrosa?
1- Para empezar, conviene aclarar qué es exactamente el agua de coco, una bebida que se comercializa ya envasada con bastante éxito, y que tiene numerosos adeptos. Es el líquido que se halla de forma natural en el hueco interior del coco. Su color es transparente, a veces opaco, y tiene un sabor delicioso que puede variar en función de la especie del coco y de su grado de maduración. Esta bebida es baja en calorías y rica en minerales, de manera que podemos tomarla sin temor a que nuestra figura lo note. Hay que tener cuidado, sin embargo, con las bebidas de coco que se comercializan, pues muchas de ellas contienen una gran cantidad de azúcares añadidos.
2- Es muy rica en potasio, de manera que contribuye a regular la presión sanguínea. De hecho, según un estudio de la Universidad de Indiana (EE UU), esta bebida contiene más potasio que un plátano y cinco veces más que las bebidas isotónicas que consumen los deportistas. Es, por tanto, muy recomendable tras el ejercicio físico, pues el potasio ayuda a reponer los músculos tras un sobreesfuerzo. Por otro lado, el estudio asegura que la dieta de la mayoría de nosotros suele contener poco potasio y mucho sodio, y la leche de coco puede ayudar a eliminar este desequilibrio.
3- Tiene poderosos efectos anti-envejecimiento, no en vano en Hollywood se la conoce como "la fuente de la eterna juventud". Contiene un grupo de hormonas llamadas citoquininas, que tiene efecto anti-envejecimiento en las células humanas, ya que previenen los cambios degenerativos. En este sentido, aunque obviamente esta afirmación hay que cogerla con pinzas, algunos autores han llegado a afirmar que este efecto antidegenerativo contribuye a prevenir enfermedades como el cáncer.
4- Es diurética e hidratante. Muchas personas que sufren para llegar a los dos litros diarios de agua que los expertos recomiendan consumir, pueden optar por el agua de coco, cuyo sabor les recordará más a un refresco y no tendrán que obligarse a beber agua sin tener sed. Los efectos diuréticos e hidratantes son los mismos que los del agua.
5- Es rica en aminoácidos. Tiene pequeñas cantidades de proteínas (0,1 g por cada 100 ml), y aminoácidos como la alanina, la arginina, la cisteina y la serina, en cantidad mayor que la leche de vaca.
6- Tiene múltiples vitaminas de diversos grupos. Especialmente del grupo B (excepto B6 y B12), que son necesarias para el desarrollo del sistema nervioso. Contiene, además, una gran cantidad de ácido fólico o vitamina B9, fundamental para la formación de proteínas estructurales y hemoglobina, y decisivo durante el embarazo para el correcto desarrollo del feto.
7- Es ideal para beber en ayunas. Nos ayudará a expulsar las sustancias tóxicas del organismo y además nos sentiremos saciados inmediatamente.
8- Ayuda a perder peso. Siempre que se combine con una dieta saludable y ejercicio físico, claro. Si se combina con aceite de oliva acelera el sistema digestivo y favorece el tránsito intestinal, de manera que enseguida nos sentiremos más ligeros y en forma. Si se combina con zumo de limón, el agua de coco no sólo mejora la digestión sino que además regula los niveles de azúcar en sangre y activa el metabolismo.
9- Lo mejor es, desde luego, beber agua de coco casera. Con un vasito en ayunas por la mañana, por ejemplo, bastará, ya que no sólo nos depurará sino que nos aportará energía y nutrientes. Podemos preparar agua de coco una vez a la semana y reservarla para ir consumiéndola durante los siguientes seis o siete días. Para ello, recomendamos elaborarla de forma casera, con cocos verdes naturales. Sólo hay que lavarlos y dejarlos secar, hacer un agujero en la parte superior, llegando al centro, y almacenar el agua que queda en su interior. La metemos en la nevera... ¡y ya la tendremos!
10- Ayuda a equilibrar los niveles de pH, estimula el sistema inmunológico y colabora con los riñones para que filtren las toxinas, de manera que se reduce el riesgo de tener cálculos renales.