El supercereal de moda
El mundo de los 'supercereales' va a velocidad vertiginosa. Si pensabas que eras el más megaguay de tu grupo megaguay porque te hacías ensaladas de quinoa, ese tío con bigote y sombrero fedora te acaba de adelantar por la derecha. Su truco es el freekeh, el nuevo cereal de moda.
Freekeh, freekeh. El nombre mola tanto que nos cuesta entender por qué demonios no se había puesto antes de moda. Además, proviene de Oriente Medio, una zona que últimamente no hace más que exportar maravillas gastronómicas. De hecho, el libro 'Jerusalén', de Yotam Ottolenghi y Sami Tamimi, lleva dos años siendo un superventas gracias a su colección de recetas de ese enclave de culturas, donde caben las culturas musulmana, judía o cristiana.
Pero volvamos al freekeh y preguntémonos ¿pero qué invento es éste? Pues resulta que se trata de un grano más viejo que la tana. En realidad, se trata de trigo verde que se empezó a consumir dos mil y pico años antes de Jesucristo, cuando los pueblos tuvieron que recoger cosechas de trigo aún verde para aprovisionarse de reservas ante la inminencias de alguna de las guerras que, en aquella época, comenzaban cada dos por tres.
Lo que se hace con este trigo verde es tostarlo. Luego se deja secar y ya está listo para ser cocido y consumido. En solo 20 minutos está listo, lo que, -tal y cómo ya habréis adivinado, sagaces seguidores de Cocinatis-, lo hace ideal para sustituir a la quinoa o al arroz. Su sabor es ligeramente tostado, con recuerdo a frutos secos como la nueces y una textura ligeramente gomosa. ¿Que si es agradable para nuestros paladares, vagos hasta el extremo a la hora de probar nuevas texturas? Pues lo cierto es que sí.
Al estar hecho de trigo que aún no ha alcanzado su nivel de maduración, es más rico en fibra y contiene un nivel de almidón más resistente. Ambos contribuyen a que nos sintamos saciados durante más tiempo. Esto lo hace ideal para las dietas de aquellas personas que buscan perder peso. Además, es ideal para aquellas personas que tienen diabetes ya que es bajo en índice glucémico. Entre sus propiedades, resulta rico en hierro, calcio y zinc. También actúa como un prebiótico, contribuyendo al crecimiento de bacterias beneficiosas para el sistema digestivo.
Vamos ahora con lo que realmente nos interesa. ¿En qué receta podemos incluir el 'fri-keh', que es cómo se pronuncia? Pues bien, ahora que estamos en verano es una alternativa ideal para esas ensaladas que nos curramos con cuscús, quinoa o arroz. En la web aparecen multitud de recetas que animan a combinarlo tanto con verduras como con frutos secos. De hecho, prácticamente cualquier recetas que incluye arroz puede modificarse para incluir este supercereal y con esto hablamos de risottos o platos de arroz con pollo. Lo bueno del caso es que las recetas resultarán mucho más saciantes. Seguro que estáis pensando en si podéis curraros una paella con freekeh. Probad y luego nos lo contáis…