Sustitutos de la sal para reducir el consumo
Te preocupa el consumo de sal y quieres reducirlo. Aún no sabes cómo, pero tranqui, que nosotros te damos siete opciones para sustituirla.
La sal es necesaria para nuestro cuerpo, claro que sí, pero su consumo excesivo puede traernos un montón de problemas derivados, que es conveniente evitar. Que si retención de líquidos, que si sobrepeso, que si hipertensión arterial… Si sois de aquellos que vaciáis el salero sobre las patatas fritas cada vez que os ponen un plato delante, permaneced atentos a estos sustitutos tan 'salerosos' que pueden haceros olvidar vuestro saborizante favorito.
Orégano. Ideal para acompañar carnes o platos de arroz y de pasta. Picado finamente, aporta un sabor aromático que les da un toque muy especial. Además, favorece la digestión y es antioxidante. Aunque solemos vincularlo con la comida italiana, puede acompañar perfectamente otros platos.
Cayena. Esta pimienta roja, que toma su nombre de una ciudad de la Guayana francesa, es un reemplazo perfecto para cortar el aporte excesivo de sal. Si se usa con moderación, su toque picante permite dar un toque especial a carnes o platos de verduras. Además, favorece la digestión de las recetas en las que se incluye.
Pimentón. O paprika, como se conoce fuera de nuestras fronteras, es un condimento que hace que no necesitemos la sal en platos como en el pulpo, en carnes o embutidos. También puede aporta un punto interesante a snacks como las patatas fritas. Es ideal para todo tipo de escabeches o de adobos.
Cilantro. Nuestros vecinos portugueses lo tienen claro: el toque fresco de esta hierba puede emplearse tanto en arroces como en pescados. Eso sí, el recuerdo a limón no es del gusto de todo el mundo, por lo que solo se recomienda a aquellos que están entre los que lo echan sin medida en el guacamole.
Ras-el-hanout. Sabrosa mezcla de especias típica de Marruecos que da lugar a un polvillo de color ocre y que es un perfecto sazonador para carnes o pescados. Es más, en muchos de los países magrebíes la sal queda en un segundo plano en detrimento de esta prodigiosa combinación.
Comino. Esta planta herbácea originaria de la cuenca del Mediterráneo tiene propiedades antimicrobianas. Se puede añadir a todo tipo de platos y posee un olor penetrante con toques a tierra y cítricas. Es difícil decidir si su sabor es amargo o dulce.
Cebollino. Es un excelente sustituto de la sal, que recuerda por su sabor a la cebolla o al puerro, aunque con una menor intensidad. Se puede emplear en sopas, ensaladas, en guisos de verduras o incluso en carnes. Además, aporta un toque de color al picarlo finamente.