EL LIBRO 'XEMEI: COCINA VENEXIANA EN BARCELONA' LO EXPLICA
El restaurante Xemei es un exponente de la alta cocina veneciana en Barcelona regentado por dos carismáticos hermanos gemelos, que hace poco más de diez años decidieron abrir un pequeño espacio en el Poble-Sec previo a la gentrificación, un restaurante que gracias al boca-oreja se ha convertido en un rincón de culto. Y del que Patti Smith dijo, en su día: "these people have the power".
Aseguran Max y Stefano Colombo, propietarios de Xemei, que todas las recetas publicadas en este hermoso libro "funcionan perfectamente". Lo mismo opina Ricard Feriche, su diseñador, y quienes han tenido la suerte de poner en práctica desde su tiramisú hasta su Negroni Mascetti, pasando por unos gnocchi con remolacha, huevas de pez de San pedro y trufa negra o el ragú de pato mudo. Todas ellas muestran la enorme riqueza y versatilidad de una cocina de la región de las Tre Venezie que se ha convertido en un referente en Barcelona, pues en su día enseñó a muchos que la cocina italiana va más allá de la pasta y que tiene en su haber deliciosas carnes, pescados, verduras y postres.
'Xemei: cocina venexiana en Barcelona', publicado por Planeta Gastro, es un libro que consigue como pocos un feliz equilibrio entre recetario, fotografías y reflexiones sobre la idiosincrasia de los hermanos Colombo. El libro realiza un recorrido, pues, no sólo por las recetas más representativas que se han servido a lo largo de la historia de este restaurante, sino también por la filosofía de sus creadores, sus filias, sus fobias, sus lugares de culto, sus fuentes de inspiración y las dos personalidades que confluyen en un recetario único en Barcelona.
¿Por qué Xemei ha logrado este estatus de restaurante de culto? Probablemente por la suma de diversos factores que quedan de manifiesto en este manual, ideal, pese a lo superficial que esto pueda sonar, para tener en la mesita y hojear despreocupadamente siempre que el cuerpo nos pida belleza. En primer lugar, una cocina excepcional, que parte de la voluntad de los chefs de mostrar al mundo las particularidades de la cocina regional de su adorada Venecia y alrededores, y una materia prima escogida con una mezcla de buen gusto, intuición y trabajo.
Seguiríamos por el carisma de sus cocineros, unos tipos que acaban de llegar a los 40 y se pasean por el barrio en camiseta y vaqueros, aprendiendo de cualquiera que quiera enseñarles algo, un talante que se traduce en una cocina siempre cambiante y atenta a cualquier cosa que huela a nuevas ideas. Su emplazamiento, en lo alto del Poble-Sec, en la falda de la montaña de Montjuïc, en un local pequeño y decorado con mobiliario reciclado, con una terraza agradable y sin aspavientos.
Un local que fue de los primeros en dejar claro que la buena cocina italiana en Barcelona podía ir más allá de los clásicos restaurantes chapados a la antigua con camareros trajeados, manteles de tela y formalismo a raudales, como Tramonti o Via Veneto. Después vinieron Bácaro, también suyo, y otros locales como Le Cucine Mandarosso, Due Spaghi o el muy recomendable Cubica, entre otros, que demostraban que la cocina italiana en Barcelona podía ir más allá de los manteles a cuadros y los camareros chillones. Y, por supuesto, mucho más allá de la pasta.
Tras una década de Xemei, los hermanos Colombo se declaran fans de abrir locales "a medias", lo que significa aliarse con otros empresarios de la restauración de talante similar al suyo, aunar talentos y dar lugar a nuevas criaturas. Es el caso de Can Pizza, en El Prat de Llobregat, una localidad del extrarradio barcelonés donde arrasa esta pizzería que se abastece del vecino producto local procedente del Delta del Llobregat. Y así es como está a punto de nacer una nueva pizzería en el barrio del Raval en colaboración con la gente del bar Cañete, que se espera que abra sus puertas a finales de año.