MALOS HÁBITOS QUE TE HACEN ENGORDAR
Muchas personas se quejan de que son incapaces de adelgazar porque es imposible comer menos de lo que comen. Si eres de los que se cuidan, vigilan las calorías, no cometen demasiados excesos y aún así la báscula no perdona, tal vez es porque estás cometiendo alguno de estos errores.
1- No haces ejercicio. O trabajas en casa y apenas te mueves, o vas a todas partes con el coche o la moto, o coges transportes públicos para todo y llevas una vida más sedentaria imposible. Especialmente a partir de determinada edad, al cuerpo le cuesta más eliminar lo que le sobra, de modo que tienes que obligarte a hacer ejercicio físico moderado a diario. Bastará con caminar treinta minutos a paso ligero para empezar a notar la diferencia.
2- La cena es tu comida más importante. Piensa que es la que tardas más en quemar, así que intenta repartir la ingesta de alimentos a lo largo del día y, sobre todo, no te vayas a dormir inmediatamente después de cenar. Debes intentar, en la medida de lo posible, que pasen al menos un par de horas.
3- Duerme bien. Está demostrado que el insomnio nos puede hacer ganar peso, ya que al no estar descansados nuestro cuerpo nos pedirá más grasas y azúcares y, además, es probable que caigamos en algún atracón a horas intempestivas.
4- No desayunes cereales azucarados. Sí, son integrales y teóricamente ligeros, pero llevan grandes cantidades de azúcar que probablemente te estén haciendo engordar. Sustitúyelos por pan integral con aceite de oliva o por otros cereales sin azúcar. ¡Verás cómo notas la diferencia enseguida!
5- Esas cañitas. Y tu copa de vino con la comida, el gin-tonic del fin de semana... El alcohol engorda más de lo que piensas, así que puede ser el causante de tus problemas con la báscula. Ponle freno.
6- Ojo con las salsas. Comes verduras y ensaladas a diario, pero como te resultan algo insípidas a menudo cargas las salsas y las vinagretas. Cuidado con ellas, porque el aceite de oliva, pese a ser sanísimo, engorda una barbaridad, y los nutricionistas recomiendan tomar apenas un par de cucharaditas pequeñas repartidas durante todo el día. Si estás consumiendo más, yasabes el origen de esos kilos que no te quitas. Modera las vinagretas y salsas.
7- El estrés. Está demostrado que en situaciones de estrés nuestro cuerpo tiende a acumular, así que trata de relajarte. Para ello, busca la actividad que te vaya bien y oblígate a practicarla a menudo: yoga, meditación, running, etc.
8- Estreñimiento. Si apenas vas al baño, te sentirás hinchado y pesado. Kiwis en ayunas, ciruelas, copos integrales, semillas de lino... Incluye en tu dieta alimentos con mucha fibra a diario, y no se te ocurra saltarte su consumo ni un día. Verás cómo tu cuerpo se regular y te acabas deshinchando.
9- Medicación. Hay algunos medicamentos que provocan retención de líquidos o estreñimiento, como es el caso de algunos antihistamínicos. Si te estás poniendo las botas por culpa de las alergias, tal vez las pastillas sean las culpables de que esta operación bikini primaveral no esté dando sus frutos.
10- Las (malditas) dietas exprés. Te pones a tope con esas dietas hipocalóricas (y malísimas) y consigues perder peso muy rápido. Después suele venir invariablemente el efecto yoyó: no solo ganas el peso perdido sino que acabas cogiendo incluso un poquito más. Elimínalas de la dieta y opta por comer bien.
11- Los frutos secos. Son sanísimos, sí, recomendables en cualquier dieta, pero tal vez te estás pasando con las cantidades. Piensa que los frutos secos engordan mucho, y que los nutricionistas recomiendan apenas un puñadito al día. Si superas esa cantidad, ya tendrás el origen de tus males.