¿ES RECOMENDABLE SEGUIRLA?
De dietas está el mundo lleno, pese a que los expertos insisten en que la mejor de ellas es siempre la dieta mediterránea (la madre de todas las dietas y la que hará que nunca tengamos que mirar la báscula). Una de las más populares en los últimos tiempos es la llamada dieta POWER. Te contamos en qué consiste.
POWER es el acrónimo de Preventing Obesity Whitout Eating Like a Rabbit, unas siglas acuñadas por la Universidad de Newcastle, en Australia, que ha lanzado un régimen de adelgazamiento especialmente diseñado para los hombres, aunque también pueden seguirlo las mujeres. La idea de esta dieta es conseguir una pérdida de peso progresiva y eficaz sin pasar hambre (lo que ellos llaman "comer como un conejo"). El propósito de la dieta es, más allá de perder peso, garantizar la salud de quienes la practican, ya que según esta institución muchos hombres no son consciente de tener sobrepeso, puesto que la "barriguita cervecera" está más que aceptada socialmente, sin ser en muchas ocasiones conscientes quienes la lucen de los riesgos que supone para la salud.
La dieta, en realidad, no tiene ningún secreto más allá de los que nos dice el más puro sentido común. Se basa en reducir las calorías de todos los ágapes de forma consciente, estableciendo siempre un desayuno contundente, aunque saludable, y potenciando el consumo de vegetales en todas las comidas. Los responsables de la dieta instan también a comer siempre comida casera, por tanto instaurar el hábito del tupper entre los hombres, evitar las bebidas azucaradas y las comidas fuera de casa. En este último caso, la dieta insta a evitar el "ancha es Castilla" cuando comamos fuera y nos recuerda que en los restaurantes no todo vale, ni mucho menos. No se trata de ponerse como el quico cada vez que comemos fuera, sino de escoger opciones saludables, tratar de reducir al máximo el consumo de alcohol y, sobre todo, moverse, ya no solo haciendo ejercicio regularmente, sino también intentando evitar el ascensor, caminar lo máxim posible, etc. Cada paso cuenta, según la dieta POWER.
Los beneficios de esta dieta, que permite una pérdida de peso constante sin ser milagrosa –y de eso, precisamente, es de lo que se trata–, es que no requiere un esfuerzo excesivo, no afecta a la vida social y personal de quienes la realizan y el peso que se pierde suele mantenerse, sin el temible efecto yoyó de otras dietas exprés. Y es que, pese a que el sobrepeso es ya una cuestión de salud pública en los países occidentales, lo cierto es que siguen siendo las mujeres las más concienciadas en cuanto a su peso. Los hombres, según los responsables de la Universidad de Newcastle, siguen siendo mucho más laxos con la alimentación, más reacios a someterse a dietas y están mucho menos informados sobre las calorías que tienen los productos, empezando por las bebidas azucaradas y siguiendo con los productos envasados, lo que dificulta realizar elecciones saludables en el supermercado.