CONSEJOS DE SUPERVIVENCIA
Muchas veces nos preguntamos qué comer para evitar la resaca, cuál es la receta mágica que impedirá que nos sintamos como un escombro humano el día después de un festival. Nuestra política antirresaca fracasa en muchas ocasiones, por más que intentemos prevenirla, y la amiga resaca acaba llamando a nuestra puerta al día siguiente. ¿Qué debemos hacer entonces? ¿Qué comer cuando tenemos un resacón como un piano?
De nada ha servido que nos hayamos pegado una cena copiosa antes de beber, que no hayamos mezclado o que hayamos ido bebiendo agua a lo largo de la noche. Nuestros intentos para que la amiga resaca no venga a visitarnos han sido en vano, de manera que no nos queda otra que apechugar con ella y tratar de paliar sus efectos. He aquí lo que tenemos que comer (y evitar) si estamos en uno de esos días en que la resaca es nuestra compañera de viaje.
1- El cuerpo te lo va a pedir, así que hazle caso: bebe abundante agua durante el día para garantizar la hidratación, que puede ser también en forma de infusiones y zumos. Asegúrate de estar bebiendo constantemente, y poco a poco empezarás a encontrarte mejor.
2- Sabemos que es bonito creer en aquella leyenda de que beber alcohol alivia la resaca, pero es mejor decir no a ese vermut mañanero si queremos seguir vivos durante más tiempo. Es cierto que, cuando tenemos resaca, el alcohol alivia momentáneamente la sensación de malestar, simplemente gracias al efecto narcótico que nos produce el achispamiento, pero es un paréntesis temporal: la resaca llegará más tarde y con mayor virulencia. Conviene decir no.
3- Apuesta por las vitaminas, especialmente por todas aquellas que ayuden a metabolizar el alcohol: la B1, la B6, la B12 y la vitamina C son algunas de ellas, y las encontramos en frutas como el kiwi, los cítricos o las fresas, y en verduras y hortalizas como el tomate, la zanahoria o las espinacas. Como conviene ingerir una buena cantidad de vitaminas, es interesante prepararnos zumos.
4- Las verduras de hoja verde van a ayudarnos a mejorar la función depurativa del hígado, el órgano que más ha sufrido el exceso de alcohol. Alcachofa, brócoli, espárragos, rúcula, acelgas o espinacas van a ser grandes aliadas contra la resaca.
5- Nada de grasas. Eso de zamparse una buena hamburguesa con patatas fritas pensando que un plato contundente es lo que necesita nuestro cuerpo es un gran error. La grasa va a hacer trabajar mucho al hígado y la vesícula, de manera que lo ideal es apostar por cocciones suaves, como el vapor o el horno, evitar fritos y optar por legumbres y verduras.
6- No al paracetamol. Algunos estudios científicos advierten de que este medicamento universalmente utilizado para aliviar el dolor de cabeza legendario que nos producen las resacas no es nada recomendable, pues el hígado lo metaboliza de igual manera que el alcohol. Mejor apostar por las aspirinas, las gasas tibias en la frente, la penumbra y el descanso.
7- Sí a la sopa de pollo y los huevos. Ambos contienen cisteína, que ayuda a que el cuerpo procese la intoxicación más rápidamente, y los huevos además contienen taurina, que hace funcionar el hígado a la vez que lo protege. Unos huevos revueltos o una tortilla acompañados de un caldo de pollo ligero y un zumo verde será el mejor de los remedios para lo nuestro.
8- Duerme. Todo lo que puedas. No habrá nada más reparador que un sueño profundo y continuo, que aliviará el malestar y el dolor de cabeza, nos servirá para reponer fuerzas y para reparar los órganos dañados.
9- Procura evitar el café. Sabemos que en muchas ocasiones, cuando uno se levanta de resaca, lo primero que le pide el cuerpo es un café bien cargado. Pues bien, ni la cafeína ni las bebidas gaseosas nos van a ayudar a sobrellevar nuestro malestar, pues simplemente van a proporcionarnos un pico de ligero bienestar que caerá en picado cuando se nos pase el efecto. Y entonces será peor.
10- Apuesta por las bebidas isotónicas. Aportarán los minerales perdidos en la gesta de la noche anterior y nos harán sentir mucho mejor.