CONSEJOS CULINARIOS
Aunque cortar la cocción a la pasta cuando termina de hacerse es algo muy común, en realidad es un error que influye en su sabor. Te contamos la razón por la que esto sucede.
La pasta es uno de los platos más sencillos de cocinar. Poniendo a cocer el agua, echando la cantidad deseada y esperando el tiempo indicado, ya estaría preparada para tomarla a nuestro gusto. Cuando termina de cocer, solemos escurrirla con un colador colocándolo en el fregadero y vertiendo el agua de la olla sobre él. En ese momento, la pasta se encuentra muy caliente, por eso entre las cosas que acostumbramos a hacer, está dejar caer un chorro de agua fríapara cortar la cocción.
Sin embargo, aunque es muy común hacerlo, es posible que no supieras que, en realidad, se trata de un error. Aquí te vamos a contar la razón por la que deberías dejar de hacerlo. En el vídeo también podrás encontrar más detalles que te lo explican.
La razón por la que no deberías cortar la cocción a la pasta con agua fría
Todo se debe a que la pasta libera almidón mientras se cocina. El almidón resulta ser la clave que potencia aún más el sabor de la receta. Por tanto, si lavamos la pasta retiramos los restos de almidón, y esto hará que la salsa, como puede ser el tomate, la nata o cualquier otra, no se adhiera correctamente a ella.
Al lavar la pasta retiramos el almidón y esto hace que los ingredientes con los que la acompañemos no se adhieran correctamente a ella, lo que influye en su sabor
Aunque no lo creas, este pequeño detalle cambia por completo su sabor. El almidón adherido a la pasta consigue que los ingredientes posteriores con los que la acompañemos, se integren mucho mejor. De esta forma, no quedarán divididos los ingredientes y, por consiguiente, los sabores.
Ahora bien, sí que existe un momento en el que se recomienda lavar la pasta con agua fría, y es cuando la utilizamos para las ensaladas. El motivo principal que impulsa a hacerlo es porque las ensaladas se toman frías, por eso la pasta no podría estar caliente como cuando termina de hacerse. Pero además de esto, el almidón daría a la lechuga, al tomate y al resto de ingredientes una textura extraña y nada apetecible.
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