¡Otro mito que cae!
Desmontamos algunas ideas sobre alimentación y dietas que habrás escuchado mil veces pero que no tienen ningún fundamento.
Para perder peso hay que eliminar los hidratos de carbono de la cena. Es uno de los consejos más recurrentes cuando se habla de dietas y una idea tan repetida que cuesta imaginar que sea errónea. Sin embargo, como ocurre con muchos otros mitos nutricionales, no hay ninguna base para sustentar esta creencia. Dicho de otro modo, de entrada no hay absolutamente ningún problema para que cenes un plato de pasta mientras intentas perder peso.
Así lo asegura el dietista-nutricionista Aitor Sánchez en su último libro “Mi dieta cojea”. Un interesante recopilatorio de mitos muy instalados en la sociedad y que ya toca desmontar. Desde ese clásico que dice que el desayuno es la comida más importante del día hasta esta idea de las cenas libres de hidratos.
El problema, explica Sánchez, es que la mala fama de este tipo de alimentos no es un buen punto de partida. Los hidratos de carbono no engordan por sí mismos –recuerda- es el exceso de ellos lo que puede ser problemático, pero exactamente igual que ocurre con las proteínas y la grasa. Así que basta de criminalizar a la pobre pasta. Es verdad que las dietas bajas en hidratos de carbono suelen tener un efecto rápido sobre el peso, pero eso no siempre es positivo o al menos no el objetivo. Si la idea es perder grasa –al menos así debería ser- con este tipo de regímenes lo que se reducen son las reservas de glucógeno y el agua que ayudaba a almacenarla.¿Entonces puedo comer hidratos por la noche? Pues contrariamente a todo lo que posiblemente te habían contado hasta ahora, sí. La idea es muy sencilla: todo dependerá de nuestras reservas. Si la nevera ya está llena –explica el autor del libro recurriendo a esta comparación- meter más hidratos a la hora de la cena no será una buena idea, pero si hemos gastado bastante durante el día y no lo hemos repuesto con otros hidratos, adelante.
Mucho más importante que la hora es el tipo de hidratos, por supuesto. Hidratos complejos y no simples, evitar los presentes en comida procesada y dar siempre prioridad a los arroces y pastas integrales son los consejos a tener en cuenta a la hora de cenar.
Acompañarlos de otros nutrientes también ayuda, así que en vez de un plato de arroz blanco, uno de integral con verduras y hortalizas. Ya tienes un buen menú y razones para perderle el miedo a los hidratos por la noche.