Chefs just wanna have fun
Dos referentes de los fogones madrileños abren negocios 'ultralowcost' pero de calidad. El Porrón Canalla son bocatas de madre con el sello de Juanjo López, de La Tasquita de Enfrente. El Pollo Gamberro es un asador que lleva la firma de Sergi Arola.
Dos 'outsiders' como la copa de un pino acaban de poner en pie en las últimas semanas sus proyectos más accesibles para el gran público. Es un paso que va más allá de las fórmulas B con las que algunos grandes chefs bajan al 50% las facturas de sus restaurantes insignia. En estos dos casos, el precio se reduce hasta los 20 euros. Repetimos: 20 euros de ticket medio en dos negocios que merecen mucho la pena.
El primero es El Porrón Canalla, un proyecto en el que se ha involucrado Juanjo López, nuestro adorado chef de La Tasquita de Enfrente (que está a dos pasos), junto a proveedores entre los que hya jefazos como Conservas Frinsa, los ibéricos Arturo Sánchez o el pan Viena la Baguette. En un local que antes acogió sendos clubes de alterne (estamos en Ballesta, amigos) bajo los sonoros nombres de Chogüí y Scorpios, se despachan bocatas "de madre", hechos con mimo. A saber: tortilla francesa con pimiento verde y salsa, pepito de ternera, de calamares, de carrillera con huevo duro, de mejillón con patatas o de chocolate con sal y aceite... Se hacen en el momento, a la vista del comensal, y se pueden pedir para llevar o para comerlos en el local. Local que, por cierto, ha quedado muy chulo: se han dejado las paredes tal y como estaban en un guiño al pasado lumpen del barrio y se ha apostado por bancos de madera natural y grafitis. Para beber, vino, cerveza o lo que sea: en porrón, eso sí, siempre que nos atrevamos.
El Porrón Canalla. Ballesta, 2. Horario: de lunes a sábados de 18 a 00 horas. Precio medio: 15-20 euros.
El Pollo Gamberro, por su parte, acaba de nacer en Chueca. Sergi Arola pone en pie una pollería gourmet en la que también se ofrece la posibilidad de comer en el local, llevarse el pollo a casa o incluso pedir a domicilio. Las aves, como es lógico, tienen pedigrí: se crían en una granja de Palencia y se asan en un peculiar horno de carbón ecológico hecho por encargo. Además de venderse enteros o por partes, hay pollitas (ejem) de corral y diferentes entrantes, como nuggets, muslos encebollados o canelones. Y para acompañar, ensaladas al peso y guarniciones clásicas. Ojito a la planta de abajo, un tributo al rock donde se sirven copas y 'hot dogs' customizables por 3,50 euros. En este sótano habrá sesiones de dj's, actuaciones musicales en directo y demás sorpresas que prometen hacer de la planta de abajo un espacio con tanto o más peso que el de arriba.
El Pollo Gamberro. Barquilo, 34. Horario: martes y miércoles, de de 12 a 23; jueves a sábado, de 12 a 2 de la madrugada y domingo de 12 a 17. Precio medio: 20 euros.