COMPUESTA EN DOS PARTES
El fuet es un alimento bastante recurrente en los hogares de toda España. Este embutido suele ser un acierto seguro a la hora de preparar un aperitivo. Sin embargo, hay un dilema cuando lo consumimos, ¿la piel del fuet se come o no?
Hay personas que les gusta dejar el fuet completamente pelado y personas que les da igual. La cuestión es si esto va más allá del gusto del consumidor o es una decisión que puede poner en riesgo nuestra salud.
La piel del fuet está formada por el intestino delgado del cerdo, como la mayoría de los embutidos.
Hay algunos que utilizan tripas sintéticas. Esta información está detallada en la etiqueta o envase del fuet, donde también pone que no se debería comer esa piel.
El fuet recubierto de tripa natural si es adecuado para el consumo humano. Está recubierta de una capa de moho también adecuada para su consumo, como el de algunos quesos.
El moho es lo que dota a este embutido del aroma y parte de su sabor. Además, es el encargado de evitar que el fuet entre en contacto con el oxígeno y la luz, protegiéndolo de estos factores y alargando su conservación.
Si los alimentos con moho no te suelen gustar, como algunos quesos, seguramente preferirás quitar la capa de tripa y moho por la misma razón.
A pesar de preferirlo con piel o sin piel, el fuet es un aperitivo perfecto para cualquier ocasión.